Una de las problemáticas más persistentes del mercado laboral mexicano es la duración de las jornadas laborales que en su mayoría rozan el límite legal y en algunos casos incluso superan el máximo de horas establecidas por la ley.
Los mexicanos trabajan mucho; 5 de cada 10 asalariados trabaja entre 40 y 48 horas por semana, de acuerdo con cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del Inegi.
Y 3 de cada 10 tienen jornadas laborales de más de 49 horas por semana.
Aunque depende de la región y el tipo de empleo, una gran parte de los trabajadores en este país tiene salarios de entre uno y tres salarios mínimos mensuales.
Además de trabajar mucho y ganar poco, esto impacta negativamente en otros indicadores como la salud mental y la disponibilidad de tiempo libre.