En la edición 2022 del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, México se posicionó en el lugar 126 de 180 países calificados al tener, por tercer año consecutivo, 31 puntos sobre una base de 100 posibles.
Cabe señalar que durante los primeros años de la presente administración federal se presentaron avances significativos en la puntuación de México, pues de 2018 a 2019 pasó de 28 a 29 puntos, mientras que para 2020 el índice subió hasta los 31 puntos; desde entonces el avance se detuvo.
Transparencia Internacional señala que el estancamiento se debe en gran medida a que “las grandes tramas de corrupción no han sido sancionadas; ni se ha devuelto a las arcas de la nación los recursos desviados” durante las pasadas administraciones en casos muy específicos como el de la “Estafa Maestra”, “Odebrecht” o Agronitrogenados en Pemex.
Con dicha calificación, nuestro país se ubica en los mismos niveles de países como Bolivia, Laos y Uzbekistán, mientras que los mejores calificados en el ránking fueron Dinamarca con 90 puntos, Finlandia y Nueva Zelanda con 87, Noruega con 84 y Singapur y Suecia con 83.
Al comparar nuestro país con las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupó la última posición del ránking, mientras que entre los integrantes del G20, ocupó el lugar 19, sólo por detrás de Rusia.
Transparencia Internacional también sostiene que una de las principales causas de que la calificación del país no mejore, es que en los últimos años se ha evidenciado que las autoridades responsables de la impartición de justicia “podrían utilizar estas instituciones con un sesgo político-electoral”.