Aunque Eduardo Rivera Pérez ha asegurado que “es un demócrata” y sabe reconocer su derrota en la elección por la gubernatura poblana, sigue acusando que fue víctima de una contienda inequitativa.
En entrevista radiofónica con la periodista Patricia Estrada sostuvo que el titular del ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, interfirió en las elecciones desde hace tres años.
Ello, dijo, al destapar a las denominadas “corcholatas” presidenciales, es decir, a las personas que buscaron la candidatura por el máximo cargo público del país.
Rivera Pérez también insistió que enfrentó un proceso comicial repleto de violencia, en el que, aseguró, fueron asesinados 60 actores políticos en todo el territorio nacional.
Acerca de la enorme ventaja que le sacó Alejandro Armenta Mier en las votaciones por la gubernatura, señaló que obedeció a múltiples factores, entre ellos, la ola de simpatías hacia Claudia Sheinbaum Pardo.
“Yo tengo que reconocer este resultado, pero es importante señalar que si bien hubo esta ola, hubo un proceso inequitativo”, expresó.
Rivera Pérez afirmó que, en Puebla, hubo inequidad desde hace dos años con la pinta de bardas de los aspirantes a la gubernatura.
Añadió que los denominados servidores de la nación también intervinieron en los comicios con el manejo y control de los programas sociales.