Sólo un grupo selecto de personas en el mundo puede darse el lujo de viajar a Vail —catalogado como la meca del esquí en toda Norteamérica— para esquiar en esta temporada. Este destino es uno de los lugares favoritos de la élite latinoamericana para hacer deporte y socializar en un ambiente elegante y muy costoso.
A nombres como los de José Kuri, consejero del Banco Inbursa y primo de Carlos Slim, Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la Bolsa Mexicana, Juan Domingo Beckmann, dueño de José Cuervo, hay que sumar los de Bernardo Arrubarena García, secretario del Ayuntamiento de Puebla, y Maru Verdín, su novia.
Como nueva rica, Verdín decidió publicar un video a sus redes para platicar sobre sus grandes problemas: el vuelo se retrasó y su novio perdió una chamarra para la nieve que “nunca había usado”.
Una noche en Vail puede costar desde 12 mil hasta 50 mil pesos por persona. Arrubarena y su prometida se habrían gastado, sólo en hospedaje por noche, el sueldo mensual de 25 naranjitas.
Faltaría sumar los vuelos, comidas y compras. ¡Una locura de dinero!
A Bernardo puede hacer lo que quiera con su dinero y vida, pero se le olvidó que es funcionario público, que más de 89 mil personas se encuentran en pobreza extrema en Puebla capital, que 331 mil poblanos parecen carencia por acceso a alimentación y que más de 680 mil personas carecen de los ingresos suficientes para adquirir la canasta básica.
Rumbo al 2024, este tipo de juniors le hacen mucho daño al proyecto de Eduardo Rivera Pérez.
En próximos días, las imágenes del fabuloso viaje de Arrubarena.