“El soldado del presidente” se llama la polémica columna que publicó este día el periodista Raymundo Riva Palacio y que, entre líneas, desnuda la relación actual entre Adán Augusto y Nacho Mier.
Adelanta, a mi parecer, una pugna entre ambos, el senador Ricardo Monreal y el dirigente de Morena, Mario Delgado, por el poder ante el presidente de la República.
¿Quién de ellos tiene la confianza del presidente para llevar avante las reformas estructurales en el Congreso de la Unión?
En orden cronológico, según Riva Palacio, hace varias semanas Nacho Mier tuvo un encuentro con el presidente, Andrés Manuel López Obrador. En aquel encuentro, el poblano se ofreció para sacar la reforma a las Fuerzas Armadas y, a cambio, pidió el apoyo para ser el candidato a la gubernatura de Puebla.
Dice el periodista que esto fue tomado como un chantaje, por parte del presidente, y que por ello ha ido perdiendo la confianza de López Obrador.
Lo que sucedió después prueba lo escrito por Riva Palacio. Basta analizar cómo fue que salió la reforma y quién se encargó de sacarla.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto, llegó a desplazarlos a todos para sacar la reforma constitucional para que las Fuerzas Armadas ampliaran su permanencia en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
A Adán Augusto no solo se le atribuye la operación con el PRI para que presentara y avalara la reforma. Además, se le dio luz verde para emprender una gira en varios estados, entre ellos Puebla, para lograr la aprobación de los congresos estatales.
El secretario estuvo en Puebla el 21 de octubre para presentar ante el Congreso los beneficios de la reforma. Desde ahí debimos notar los visos de ruptura con el diputado federal Nacho Mier.
Y es que, el coordinador de los diputados federales de Morena y presidente de la Junta de Gobierno, no fue invitado al evento.
Parecía obvio por la afrenta que mantiene con el gobernador, Miguel Barbosa por haberlo denunciado.
Lo importante es que Adán Augusto no objetó que Mier fuera relegado y, cuando afuera la preguntaron por él, una vez más negó su respaldo.
Ahora, según Riva Palacio, el funcionario será nombrado “coordinador plenipotenciario de los grupos parlamentarios de Morena en el Senado, la Cámara de Diputados y Congresos locales”.
Así, el más afectado será Nacho Mier, pues no podrá vender más su “trabajo” como negociador ante el presidente y el que se llevará los vítores de la Reforma Electoral, el paquete fiscal y lo que venga, será Adán Augusto, el mismo al que hace unos meses le invitó un Chile en Nogada en Puebla.