Como ya es tradición, este 2 de noviembre, los fieles pueden visitar la Cripta de los Obispos en la Catedral de Puebla.
Este espacio religioso se abre al público en general cada año, para pedir por el eterno descanso de quienes fueron los pastores de la Iglesia en la entidad hace tiempo atrás.
La Cripta se encuentra de bajo del ciprés del Altar Mayor, ahí reposan los restos mortales de 13 de los 35 obispos y 6 arzobispos difuntos que han guiado la Iglesia en Puebla.
Fue el beato Juan de Palafox y Mendoza quien ordenó el traslado de los restos de sus predecesores a esta cripta, después de que él mismo reiniciara los trabajos de construcción de la Catedral y la consagrara en 1649.
Entre los obispos sepultados en este lugar se encuentran: Fray Julián Garcés, primer obispo de Puebla (1527-1542), Don Salvador Bienpica y Sotomayor (1790-1802), y los Arzobispos Don Pedro Vera y Zuria (1924-1944) y los hermanos Don José Ignacio (1945-1950), y Don Octaviano Márquez y Toriz (1951-1975) y los restos mortales de Mons. Rosendo Huesca Pacheco, octavo Arzobispo de Puebla.
Los restos de los otros obispos se encuentran en diferentes sitios de la Catedral, como el caso de Don Francisco Pablo Vázquez Vizcaíno (1831-1847), sepultado a los pies del altar de san José con la leyenda “fieles, rogad por mí, pecador”.
Los restos del venerable Ramón Ibarra y González, primer Arzobispo de Puebla (1902-1904), descansan en la Capilla de Ntra. Sra. de Guadalupe.
Algunos obispos no se encuentran sepultados en esta Catedral ya que fueron trasladados en vida a otras sedes episcopales.
La Cripta de los Obispos en Catedral podrá ser visitada este 2 de noviembre desde las 10:00 a 12:00 Hrs. y de 13:00 a 18:30 horas.