La oposición en Puebla no está a la altura de las circunstancias. Sin generar una sola propuesta, su discurso se basa en descalificar las acciones de la 4T.
Y no, no está mal señalar todos los errores, el problema es que no generan o proponen alternativas. Todos sabemos que vivimos una crisis de violencia, salud, desigualdad, no logran articular un discurso que conecte con la población.
Igual que a nivel nacional, en la oposición poblana no hay un perfil que se vea fuerte o definido rumbo al 2024.
Con los números en contra, panistas y priistas carecen de liderazgos reales, no han generado una figura que pueda ayudarlos a ganar. ¡Ya hasta pusieron a Paco Fraile a hacer campaña!
Las dirigencias siguen usando a la política como patrimonio personal y todavía creen que sus errores serán borrados con el pasar del tiempo.
Con los blanquiazules divididos, hoy la única opción real es el presidente municipal Eduardo Rivera. Puede dar pelea y tiene posibilidades, pero parece que no quiere arriesgarse.
Por el otro lado, semana tras semana, Nacho Mier, Alejandro Armenta y hasta Claudia Rivera y Julio Huerta muestran el músculo de Morena.
Estas fotografías ilustran la ventaja que hoy tienen.
Miles de personas acompañan a los morenistas en sus eventos. No son los 10 mil que presume Alejandro Armenta en sus redes, pero sí los miles que muestra Mier en sus fotografías.
Hay quien piensa que la Cuatroté va a ganar por tener el apoyo de López Obrador. Aunque éste dará una gran fuerza, el resultado no es en automático.
Morena debe aprender de los errores de la oposición: si se dividen no ganan.
Y aunque parezca que si postulan a una piedra, la piedra gana, para consolidar el triunfo necesitan a un candidato con prestigio, arrastre y credibilidad.