Si el género en la capital favorece a una mujer en Acción Nacional, hay una carta ganadora que nadie previó: Carolina Beauregard.
Los tiempos de Ana Tere ya pasaron y los agravios contra Marko Cortés son demasiados.
Genoveva Huerta sería vetada por Eduardo Rivera y su grupo, quienes naturalmente verían en Augusta Díaz a su ficha, pero el pleito con Marcos Castro los tiene intranquilos.
Sin embargo, Caro tiene la virtud de no confrontarse y no romper lanzas.
Históricamente, su trabajo ha demostrado ser útil para los bandos más fuertes del PAN en los últimos tiempos: el morenovaliismo y el Yunque, con quienes también trabajó.
Además, es la diputada poblana con más iniciativas propias con once, según el sitio de la Cámara de Diputados, donde destaca su impulso a los Pueblos Mágicos.
La diputación federal que tiene hoy es una buena carta de presentación y sería un perfil joven, capaz de articular a bandos que, enemistados, perderán la batalla del 24; pero juntos, tienen posibilidades reales de mantener la capital y recuperar el Estado.
Los números que trae Beauregard Martínez —sin hacer campaña todavía— la ponen muy por encima de cualquier mujer panista.
Imaginemos a Eduardo y Carolina en la boleta el próximo año: una dupla que puede hacer mancuerna y ganar.