Hay quien le logra vender su alma al diablo y regresa para volverla a ofrecer.
Luis Tiffein ha ido al infierno y ha regresado para contarlo. Lo mismo opera con el poderoso líder sindicalista Pedro Haces, que con Raúl Salinas de Gortari. Una noche está tomando una copa con Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, y al otro ya viajaba en avión privado con Gerardo Islas.
Este junior ha sobrevivido a varios escándalos. Desde desvío de cursos, hasta su divorcio.
Fuentes señalan a CAPITAL que el poblano se habría quedado con algunos asuntos y acuerdos del ex dirigente nacional de Fuerza por México.
En los últimos meses de vida de Gerardo Islas, se les vio siempre juntos.
Su centro de operaciones era la CDMX. Lujosos restaurantes fueron sus puntos de encuentro. Las botellas de Moet y Dom Perignon, testigos.
Incluso, el día en el que voló “el Gerry” a España, Luis Tiffein lo acompañó a abordar el avión discutiendo y cerrando temas que ambos operaban para actores políticos nacionales.
Sabían todo uno del otro. La confianza era a prueba de balas.
Por eso, Islas lo eligió como su defensa para responderle al INE, por los 33.9 millones de pesos de financiamiento que ese organismo le requirió.
Según el Instituto Nacional Electoral, Fuerza por México dispuso de recursos sin su autorización a pesar de que un mes antes había perdido su registro por no lograr el 3% de la votación nacional y el dinero estaba sujeto a vigilancia y autorización del interventor.
La estrategia de “pago a proveedores” fue una idea de Tiffein Álvarez y aprobada por Islas Maldonado.
Salieron impunes.
Desde el sexenio marinista, Luis comenzó a ser asesor de los poderosos. Su cercanía y amistad con Mario Marín Jr. lo hizo estar en el primer círculo del ex gobernador y los jóvenes priistas.
En esos años, forjó una amistad y relación laboral con muchos poderosos como Ricardo Henaine y Raúl Salinas de Gortari. A este último lo asesoró en diversos temas inmobiliarios, ganándose la confianza del hermano incómodo.
Con Rafael Moreno Valle, testigos aseguran que operaba en Chiapas. Varias veces se le vio abordando aviones privados con maletas repletas de dinero.
Pero lo mismo trabaja, aconseja y habla al oído a priistas que a panistas como Eukid Castañón, Ricardo Anaya y Tony Gali. Con el ex gobernador fue Subsecretario de Vivienda y estuvo envuelto en el escándalo del uso de varios millones de pesos para reconstruir 7 mil hogares afectados por el sismo de septiembre del 2017.
La sospecha de un supuesto desvío de dinero destinado a la reconstrucción deriva de que en la página de transparencia del gobierno del Estado se reportaba que de un total de 47,592,355.09 pesos que fueron aprobados para la construcción de dormitorios a favor de afectados del sismo, 17.6 millones fueron ejercidos en la administración en Sedeso de Geraerdo Islas y Luis Tiffein.
En respuesta a una solicitud realizada por la organización Desarrollo Social Ciudadano por el Bienestar, la Seguridad y la Unión de la Familia a la Sedeso para conocer detalles de dicho programa, la propia Secretaría de Desarrollo Social negó, en el oficio SDS/095/2018, haber ejercido ese monto.
Increíble: la misma dependencia dio a conocer un desembolso por dicha cantidad y después lo negó.
Nuevamente, el joven abogado salió del lodo para seguir operando.
La semana pasada, este tecleador lo vio desayunando con los senadores Damián Zepeda y Julen Rementería en el Fiesta Americana de Angelópolis.
¿No estaba de asesor de Ricardo Monreal, con el que también se le ha visto en varias ocasiones?
¿Qué les vendió o prometió para el 2024?
Todos caben en la lista de clientes y amigos cuando sus intereses políticos y económicos lo requieren.
Parece que, como López Obrador, cruza el pantano y aún no se mancha.
Aunque no tiene el talento y la gracia del tabasqueño.
A ver si sigue con esa suerte.
Pronto aparecerían fotos e historias comprometedoras y muy reveladoras del joven abogado.