Óscar Jiménez no puede seguir siendo portero titular del América, su verdadero lugar es en la banca. Por algo, tanto tiempo estuvo bajo la sombra de Marchesín y de Guillermo Ochoa.
Los abucheos del sábado por la noche cada que tocaba la pelota, son merecidos. Sus constantes errores tienen harta a una afición que entiende que están lejos de tener al mejor portero de la Liga MX y que así, son pocas las posibilidades de que el América sea campeón este torneo.
El ‘Tano’ Ortíz ya no debe aferrarse a un portero que deportivamente no ha mostrado ni un argumento para asumir el protagonismo bajo palos del equipo más importante de México.
Es momento de que el técnico deje ser un ‘queda bien’ con los jugadores de jerarquía, de un golpe sobre la mesa y ponga para el siguiente partido a Luis Ángel Malagón que, al menos, merece el beneficio de la duda.
Y si no es por Ortíz, el mismo Jiménez debe de tener autocritica y reconocer que no tiene el nivel suficiente para ser el guardameta titular. Los equipos de jerarquía ‘se burlan’ del Ave por no tener un portero confiable bajo los tres palos.
Los dos últimos partidos son el mejor ejemplo:
Contra Atlas, tenían un partido controlado y con el marcador a su favor. Dos errores puntuales del portero, terminaron costándole la victoria al equipo que se conformó con el empate.
Contra Pachuca, endos de los tres goles recibidos, se pudo hacer muchísimo más. Uno se ‘lo come’ entre las piernas y en el otro deja un rebote de novato.
Si el América perdió el invicto de más de un año en el Azteca, es por culpa de su portero. Así de fácil.
A Óscar Jiménez le está quedando muy grande el puesto que dejó Guillermo Ochoa. Por el bien del equipo, tendrá que dar un paso al costado.
Es insostenible su estancia en el club. El América, hoy por hoy, tiene a uno de los peores porteros en el fútbol mexicano.