En Puebla, en promedio, cada dos días fallece una persona por accidentes provocados por hechos de tránsito y diariamente se registran en promedio 20 de estos últimos, así lo detectó la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).
El capítulo Puebla del organismo que preside Anuar Musalem Valencia, informó que en promedio al año se registran en esta entidad una media de 7 mil 559 colisiones.
Recordó que tan solo en el 2022 cuando se volvió a las calles después del aislamiento por pandemia en el municipio de Puebla se duplicaron los hechos de tránsito con más de 5 mil percances en comparación con los 2500 del 2021.
En ese sentido, cuestionó: ¿Hasta dónde el abandono y el desorden de una ciudad pueden influir en hechos de tránsito?
A decir del especialista, todos los factores sociales fueron considerados en un experimento social en 1969 en la Universidad de Stanford donde se realizó un experimento.
Para ello se dejaron dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color, uno de ellos el Bronx distrito de Nueva York, (en ese entonces una zona pobre y conflictiva) y el otro en una zona rica y tranquila de California.
Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado, en pocas horas perdió los neumáticos, motor, los espejos, mientras que el auto abandonado en California se mantuvo intacto.
En experimentos posteriores (enfocados a la criminalística), concluyeron que la falta es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad y el desorden son mayores, relacionado con la movilidad emergieron dos ejemplos:
Si se cometen “pequeñas faltas” (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego hechos de tránsito cada vez más graves.
“La teoría de las ventanas rotas” fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: como el grafiti, suciedad de los vagones y pequeños robos.
El estudio detalla que no se trata de pobreza, paradójicamente es algo que tiene que ver con la psicología humana y el respeto a las normas, no importa el nivel socioeconómico.
Un vidrio roto en un auto abandonado o un edificio transmite una idea de desinterés, que va rompiendo códigos de convivencia, y lo peor los intensifica y reproduce.
Para la AMTM la expresión ‘tolerancia cero’ suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad.
No es tolerancia cero frente a la persona que comete la falta, sino tolerancia cero frente a la falta “per se”.