Sailianisbel Martínez González, madre de Elianis Betsalie, está a más de 800 kilómetros de casa, en Banes, Cuba. Desde hace cinco días permanece en La Habana esperando que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) le otorgue la visa para viajar a México y recoger el cuerpo de su única hija, una joven bailarina de 20 años que murió en el tiroteo e incendio ocurrido el pasado 18 de noviembre en el bar La Coss, al sur de Puebla.
“Yo siempre pensaba que iba a estar al lado de mi hija, pero la perdí, ya que no va a estar más. Quisiera recuperar el cuerpo en paz y tranquilidad”, dijo con profunda tristeza Sailianisbel, conocida como “Saili”, en entrevista con La Silla Rota.
Saili no pide justicia ni busca hacer ruido en un país extranjero. Su único deseo es poder ver el cuerpo de su hija, despedirse y llevársela de regreso a Banes, donde la esperan su familia y el hijo de dos años de Elianis.
“Le agradezco mucho por la estadía a México que le dio a mi hija. No puedo culpar al gobierno de algo que sucedió que no tiene nada que ver con su gobierno, porque ella no perdió la vida trabajando para el gobierno, perdió la vida trabajando en un bar”, expresó.
Una vida marcada por el esfuerzo y el deseo de un futuro mejor
Elianis Betsalie era una mujer arriesgada y sociable. Tras una relación fallida al llegar a México, decidió operarse y recientemente había comenzado a trabajar en el bar La Coss con el objetivo de darle una mejor vida a su hijo y traer a su madre de Cuba para vivir con ella.
“Consiguió ese trabajo porque ella tiene un bebé aquí en Cuba, quien ve económicamente porque el bebé no tiene papá. Ella era la madre, ella era el padre, ella era todo para ese niño. Y me dijo: ‘ma, voy a luchar por un futuro mejor para mi hijo, para ti, para que vengas para acá conmigo’”, recuerda Saili.
Como bailarina, Elianis disfrutaba subir fotos a sus redes con disfraces y momentos de diversión. Recientemente había compartido una imagen creada con inteligencia artificial donde aparecía abrazando a su hijo y a su madre, acompañada del mensaje: “cuánto diera porque se haga realidad esta foto, los extraño mucho”.