Tras más de seis meses de exhibir a sus adversarios políticos con grabaciones y mensajes intervenidos que difunde en sus programas “Martes del Jaguar”, le toca ahora a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, sufrir la divulgación de conversaciones privadas de su propio teléfono; éstas revelan cómo su sobrino y Renato Sales Heredia le permitieron llegar al poder, sacan a la luz tensiones al interior de su gabinete y fracturas al interior de Morena, y sugiere que la gobernadora también ofrece “dulces” a la prensa.
En una de estas conversaciones, obtenidas por Proceso, Sansores habló con su sobrino, Gerardo Sánchez Sansores, sobre la estrategia a seguir para llegar a la gubernatura de Campeche, que se definió en las elecciones de 2021.
Sánchez y su esposa, América del Carmen Azar Pérez, trabajaban en ese entonces en el equipo de “Alito”, pero como agentes dobles, pues tras bambalinas operaban para Layda Sansores. Azar había fungido, incluso, como secretaria de Finanzas durante la administración del priista, y según la conversación había aprovechado el cargo para desviar dinero para la campaña de Morena.
“No te preocupes tía, estoy preparando un santo vergazo. Tú sabes cómo operamos nosotros. Aquí puro chingón hay y no es porque yo esté a cargo, pero ves lo lejos que hemos llegado; no me creíste cuando te dije que era importante que yo estuviera en el equipo de confianza de Alito. Hoy los resultados saltan a la vista”, le escribió Sánchez.
“Lo sé, lo sé, pero por un momento pensé realmente que le servías de corazón a alito (sic). Hasta sentí celos cuando empezó a tener mucho acercamiento con Andrés Manuel”, le reviró Sansores.
“Alito es tan soberbio que con cualquier dulce lo endulzas. No me costó trabajo ser indispensable en su cercano grupo de confianza. Su ego es tan grande, que me lo chingaba a cada rato y nunca se dio cuenta. Hasta América que es muy atarantada, se lo chingaba cada que vez (sic) que podía, haciéndole procesar salidas que iban para el cochinito. Nunca se dio cuenta que él nos financiaría parte de la campaña y de la guerra mediática contra su sobrinito, el Christian Mishel”, abundó Sánchez.