El América se eliminó traicionando el estilo que lo había llevado a ser el mejor equipo en torneo regular. Al final, eso no basta: FRACASÓ.
Tampoco se debe caer en la simpleza de que Toluca jugó mejor en 180 minutos, seamos serios. Por méritos propios, generó una sola jugada de gol en ambos partidos.
Merecer estar en una final es salir y proponer un buen partido de fútbol, no meter a los 11 atrás cuidando una ventaja que no merecías y haciendo tiempo desde el primer minuto de la vuelta.
Toluca NO merecía clasificar, pero el fútbol, para bien o para mal, no es de merecimientos.
Sin dejar de mencionar que Ochoa es el mejor portero en la historia del fútbol mexicano, es momento de entender que NO ES LÍDER. Para ser capitán del equipo más grande del país, es necesario tenerlos bien puestos, no sólo gritar “Vamos, vamos” después de un gol.
Y antes de señalar a Emilio Lara como el ‘culpable’ de la eliminación, se debe decir que Luis Fuentes ya no puede ser jugador del equipo, Diego Valdés fue el PEOR de todos, el Cabecita se escondía de la pelota y Roger es una completa mentira.
No puedes culpar a un joven de 20 años que está jugando su primera liguilla cuando tienes pesos pesados que hicieron una eliminatoria TERRIBLE.
Al final, la experiencia de Ambriz evidenció la pobre respuesta del ‘Tano’. A puro pelotazo era imposible dar la vuelta.
No puedes terminar el partido de vuelta con 4 defensas cuando Toluca estaba jugando con un sólo delantero que ya ni si quiera cruzaba el medio campo.
Aún peor: no puedes sacar a Zendejas que está siendo tu mejor hombre, por un frío como Jonathan Rodríguez, “el Cabecita”.
Se vienen días difíciles en Coapa. ¿Qué cambiar cuando tienes la mejor plantilla de toda la liga?
El sábado por la noche no sólo perdió el Ave, también lo hizo el fútbol. La final de Liga MX ya no es relevante. Lo que pudo ser una fiesta el 30 de octubre, se convirtió en una noche más.