No es coincidencia que Omar García Harfuch, Samuel García y José Luis García Parra hayan sido las portadas de C&E en la edición El Futuro es Hoy.
A la política mexicana le urge una nueva generación que haga las cosas de manera diferente.
Omar García, aunque no lo digan oficialmente, es el futuro del Claudismo y la carta para el 2030. Nadie en la Cuatroté trae sus números en conocimiento y positivos. Ha encabezado encuestas nacionales con más del 60% de aprobación ciudadana en materia de seguridad, y en su paso por la SSC-CDMX logró una reducción histórica de más del 50% en delitos de alto impacto, consolidándose como un perfil técnico, con formación policial y visión política. Su cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum lo coloca como una pieza estratégica del proyecto de continuidad. Las estadísticas de seguridad son y serán las credenciales que lo llevararían a Palacio Nacional.

Samuel García, gobernador de Nuevo León, es la cabeza del partido político con mayor crecimiento en los últimos años en México. A su corta edad ha roto esquemas generacionales con un estilo disruptivo, digital y provocador. Desde la pasada elección, su candidatura fallida pudo mover el tablero en gran manera. Con Movimiento Ciudadano ha logrado posicionar una narrativa de juventud, innovación y futuro, con alta penetración en las redes sociales y entre votantes menores de 35 años. Su visión empresarial y su discurso anticorrupción lo mantienen como un actor que buscará nuevamente la Presidencia en el corto plazo.

José Luis García Parra, el cero dos, es el hombre fuerte del Armentismo. Hace unos días lo dejó claro: “No me interesa el 2027, me interesa que el proyecto del gobernador Armenta se consolide y deje huella”. Su papel ha sido clave en la articulación institucional entre secretarías, la relación con municipios y la estabilidad política del estado.

Tres perfiles distintos, una coincidencia generacional: los García representan la nueva ruta del poder en México, cada uno desde su trinchera, apostando por una política más profesional, menos improvisada y con visión de largo plazo.