En México estamos acostumbrados a dejar un monto extra de dinero -a manera de gratificación- a la hora de pagar la cuenta, muchas veces es por el buen trato de los meseros en restaurantes y bares. Pero en algunos lugares esta aportación voluntaria se convierte en una cuota obligatoria.
Varios han sido los casos donde los comensales se quejan por el cobro de servicios extra en su cuenta; ejemplo de ello fue cuando a una periodista mexicana le cobraron un poco más de 4 mil pesos por una orden de tacos y otros complementos. Y el reciente caso de homicidio a un cliente de La Polar, en el que se cree que la propina fue el problema.
Ambos casos tienen en común las malas prácticas a las que recurren los restaurantes como: incluir la propina en la cuenta de los comensales; sin darle la oportunidad al cliente de decidir si quiere o no dejar la cuota. Los meseros argumentan que las propinas muchas veces son mejores que su sueldo, por lo que sin ellas no podrían cubrir sus gastos.
Sin embargo; que las propinas sean una fuente de ingresos importante para los meseros, no exime a los dueños de los establecimientos de otorgar un salario justo por el trabajo realizado. Por ello la Procuraduría Federal del Consumidor alienta a denunciar a restaurantes y bares que cobran la propina de materia obligatoria, ya que, esta no es forzosa.