Ahora que el presidente municipal, Pepe Chedraui, asegura que depurará el área de Normatividad, le recordamos los nombres de la banda —porque no es otra cosa— que ganó muchos millones de pesos extorsionando a negocios en la ciudad.
Es escandalosa la cantidad de bares, botaneros y table dance clandestinos que abrieron durante las administraciones de Eduardo Rivera y Adán Domínguez.
Todo, con la complicidad del panista Enrique Guevara. Desde los pequeños y humildes puestos de hot-dogs, hasta los grandes y lujosos restaurantes.
Nadie se salvó.
Sobrado, grosero, pedante e inmamable, siempre con su placa colgada en el cuello, “El Huevo” creyó que los tres años del gobierno de sus amigos durarían para siempre.
Nuevamente, la bendita rueda de la fortuna de la vida ubica a muchos en su lugar.
Cuánta razón tenía Mario Marín: “se sienten dios en el poder”.
Los cómplices de Enrique en Normatividad tienen nombre y apellido: Cristóbal Sosa, Mariana Ivonne Zeferino Thome y Martín Carbajal. Y hay algunos que sobrevivieron al cambio de gobierno y de los que Pepe Chedraui debería tener cuidado: Osvaldo Rodríguez, Jesús Corte, Alberto Santiago y Salma, la encargada de recibir los oficios.
Hace una semana le presenté con documentos cómo se chingaban el dinero de los conciertos.
Y Enrique Guevara Montiel todavía tiene el descaro de buscar un puesto en la próxima dirigencia estatal del PAN.
De prueba, aquí están los asistentes a una reunión convocada por Eduardo Rivera para Felipe Velázquez, con el pretexto ver el debate de la campaña nacional por Acción Nacional.
Ahora van por las arcas del partido.
Llegaron a este tecleador nuevas denuncias, como cuando exigió 60 mil pesos a un piano bar para poder operar, cuando el dueño vendió hasta su auto para abrir.
Qué poca madre.
*Para mentadas, información, denuncias: 2221.60.17.54