En México, la producción anual de flor de cempasúchil varía, pero en promedio se producen entre 15,000 y 20,000 toneladas al año, principalmente para satisfacer la alta demanda que surge en la época del Día de Muertos.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la mayor parte de la producción se concentra en los estados de Puebla, Morelos, Hidalgo, Guerrero, Estado de México y Ciudad de México.
Puebla suele ser el principal productor, aportando hasta un 80% de la producción nacional en algunas temporadas. La superficie cultivada de cempasúchil en México este año ronda las 3,810 hectáreas, aunque puede aumentar en años de alta demanda.
La flor también se utiliza en la elaboración de pigmentos naturales, aceites esenciales y en algunas industrias cosméticas, además de sus usos ornamentales en los altares de Día de Muertos.
De acuerdo con la representación de Agricultura, para este 2024 se estima que la derrama económica que deje la venta de plantas, sea de 27 millones de pesos. Ya conoces más sobre la producción de flor de cempasúchil en nuestro país, un ícono del Día de Muertos.
¿Desde cuándo hay flor de cempasúchil?
Se estima que los pueblos indígenas, como los mexicas y mayas, ya cultivaban la flor de cempasúchil y la utilizaban hace más de 3.000 años. En México podemos encontrar esta flor en los mercados e invernaderos desde la primera semana de octubre.
Los mexicas usaban esta flor en rituales y ceremonias dedicadas a sus dioses y en honor a los muertos, creencia que perdura en la celebración del Día de Muertos, donde la flor es símbolo de vida y muerte. Se creía que su vibrante color amarillo y naranja guiaba a los espíritus hacia el mundo de los vivos, gracias a su fuerte aroma.