En la borrachera del poder, muchos olvidan que la política —como la vida— es una caprichosa rueda de la fortuna.
La agresión de César, hijo de la directora de la Coordinación General de Comunicación y Agenda Digital del Gobierno de Puebla, contra otro joven en un partido de futbol no es poca cosa.
La víctima presentó severas lesiones en el rostro, por lo cual le fueron colocados 14 puntos quirúrgicos. El caso ya es investigado por la Fiscalía General del Estado de Puebla.
Tampoco lo es el comunicado de su madre, Verónica Vélez Macuil, a las 11:07 horas del 13 de diciembre, afirmando que el gobernador Barbosa se encontraba estable y sin complicaciones; ni su tuit de a las 11:37 donde aseguró: El gobernador Barbosa se encuentra estable. No alentemos especulaciones.
A las 10:00 hrs., ya sabía que Barbosa Huerta estaba grave. Como lo publicamos el martes pasado, personal del nosocomio nos informó que el mandatario salió intubado rumbo a la CDMX; incluso posteamos el rótulo de solución que le fue colocado en el Hospital Rafael Moreno valle.
Le mintió a los poblanos.
Le mentía al exgobernador Miguel Barbosa.
Ella decidía qué y cómo informarle al mandatario que ya no podía leer documentos y periódicos, según el reportaje de la revista Proceso publicado este domingo.
La “maestra” —como le gustaba que la llamaran— elegía a los reporteros y periodistas que podían reunirse con su jefe. A muchos los ignoraba por semanas para demostrar que ella mandaba.
Ésta es la oportunidad para el gobernador Sergio Salomón de establecer los criterios que regirán su gobierno.
Dejar saber que no hay intocables y se aplicará la ley a todos por igual. “Cero impunidad”, dijo firme frente a los medios de comunicación que lo acompañaron en su primera rueda de prensa.
Pero hay más: fortalecerá su autoridad con el barbosismo.
Puede ser una advertencia a quienes creen que sigue el pasado régimen, sus formas y su equipo, donde la Fiscalía actuaba solo contra quienes caían de la gracia de Don Miguel.
¿Seguirán escuchando su voz en Casa Puebla, ésa que indulta o condena medios, reporteros, corcholatas y empresarios?