Algo no cuadra.
¿Un gobierno del PAN endeudándose para dejar dinero a un gobierno de Morena?
¿En serio?
La lección del intento de solicitud crédito que iba a pedir la pandilla del Ayuntamiento para buscar impunidad es sencilla: nada pasa ni pasará sin la aprobación del 01 y el 02.
Los acuerdos —porque los hubo— en lo oscurito no caminaron porque no lo consultaron con quien deben consultarlo.
Adán Domínguez y los suyos intentaron salvar el pellejo, comenzando por las observaciones de la entrega-recepción, pero les salió muy mal el plan.
Se fueron por la libre.
Son demasiado ingenuos o se creyeron muy listos.
Nadie, políticamente hablando, puede intentar brincarse al gobernador.
Y nadie es nadie.
Todo tiene consecuencias.
El que tenga oídos, que oiga.