No hay duda, lo peor que le pudo pasar a esta ciudad es que le heredaran el cargo al mejor amigo de Eduardo Rivera.
Tan sólo en lo que va del año, 20 restaurantes del Centro Histórico han cerrado por las obras mal planeadas y por el comercio informal, con el que no ha podido el presidente sustituto. Además, las y los poblanos no se sienten seguros en la capital, reprobaron a esta administración en el tema de inseguridad.
Si los números no mienten, Adán Domínguez y compañía tendrían que dejar al próximo edil, Pepe Chedraui, más o menos mil 800 millones de pesos de presupuesto, pero según sus propias sumas, dejarán mil 400 millones.
¿Y los 400 millones que faltan?
Heredarán un desastre presupuestal y financiero que terminará afectando no sólo al nuevo gobierno, sino a los ciudadanos.
Se quieren acabar el dinero y van a dejar muy mal parados a Chedraui y su administración.
Algo todavía más grave: ya vaciaron los bancos, solo quedan 370 millones y deben más de 450 millones en obras.
Están gastando por gastar.
Por chingar, pues.
Deberían estar muy preocupados, no los van a dejar pasar así como así.
Al tiempo.