La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) será destituida íntegramente para dar paso a ministros electos en urnas en 2025, en tanto que jueces y magistrados serán relevados de manera escalonada y gradual: la mitad el próximo año y una tómbola o insaculación pública decidirá si su puesto será sometido a las urnas o no. Esto dice la reforma al Poder Judicial de AMLO.
Así lo contempla el proyecto de dictamen consensuado por Morena y sus aliados, mismo que fue aprobado en lo particular en la Cámara de diputados y que se prevé que sea discutido y votado en los primeros días de septiembre.
La reforma al Poder Judicial es una de las iniciativas más polémicas presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero.
La esencia de la reforma se mantuvo: habrá elección popular en 2025, se van todos los ministros de la SCIN y todo el Poder Judicial sujetará sus percepciones al tope de ingresos de quien ocupe la Presidencia.
Los cambios propuestos por los legisladores de la “Cuarta Transformación” consistieron en detallar los procedimientos, reducir sustancialmente el número de candidatos, incluso con elecciones diferidas, unas en 2025 y otras hasta 2027; medidas para verificar idoneidad de los candidatos y asegurar que los actuales jueces y magistrados puedan participar.