Una pelea, por lo que se ve, pactada, se armó entre dos estudiantes dentro del salón de clases en la secundaria “Gustavo Díaz Ordaz”, en la ciudad de Puebla.
En un video en redes sociales se aprecia cuando los dos adolescentes, uno con uniforme y otro con pants, se colocan frente al salón de clases y se preparan para el combate a golpes. Los retadores ven hacia el fondo del salón como esperando la señal de inicio.
Cuando se están preparando, se puede ver también a unos 5 estudiantes que se encuentran en una esquina del salónreunidos realizando alguna actividad.
“Los espectadores” dan la voz de alerta y preparados a “los luchadores” y es cuando comienza el intercambio de golpes.
Los alumnos se agarran al toma y daca, golpes con los puños en cabeza, pecho, espalda y costados. Ambos reciben golpes por igual. La riña es pareja. Incluso cuando se trenzan y ambos caen al suelo nadie toma ventaja. Ninguno lazó una sola patada, todos los golpes son con los puños.
El intercambio de golpes comienza intenso y sube a un nivel que ya quisiera tener “El Canelo” en sus shows boxísticos. Ambos peleadores se dan con rencor…como si les hubieran quitado su domingo o quitado su celular, causas que a cualquiera hacen desatar la ira.
En el suelo, para deleite del respetable, ambos alumnos se dan el lujo de desarrollar una especie de lucha grecorromana a ras de piso, pero siguen en lo suyo… reparten y reciben golpes con los puños por igual, los dos gladiadores se incorporan tras un breve tiempo en el suelo en el difícil arte del llaveo y contra llaveo. Y siguen la refriega a golpes, nadie bajó la guardia. Nadie se rinde. Los volados de izquierda y derecha, arriba y abajo siguen cayendo por igual en la humanidad de ambos.
El castigo en las partes blandas es por igual, no hay tiempo para la tregua, la descarga de adrenalina mantiene “el pleito” a su máximo nivel.
La intensidad en el envío de golpes se mantiene, los “luchadores” llevan la contienda limpia sin cabezazos, empujones o golpes bajos. El toma y daca por momentos deja sin palabras al respetable que los observa en el salón de clases, pero sí arranca la emoción en uno que otro golpe dado o recibido de los contrincantes.
Sus compañeros que se encontraban en la esquina del salón dejan de hacer sus actividades por ver el intercambio de golpes cuerpo a cuerpo cara a cara, pero nadie interviene, se limitan a observar, ahogando el grito de emoción.
Como ambos retadores se siguen golpeando suena la campaña cuando se oye un grito: “hay que separarlos”. Y es en ese momento que se aprecia a otros alumnos correr para separarlos y se corta el video.
No hubo ganador. Ambos aguantaron a pie firme el intercambio de golpes arriba, abajo, en la cabeza, costados, pecho y espalda. La pelea fue limpia, ambos recibieron por igual los puñetazos. Ni una patada. La contienda dejó satisfechos a los espectadores, al respetable, que lanzó uno que otro grito de emoción en la secundaria “Gustavo Díaz Ordaz”.
En esta ocasión no hubo nocaut, “ambos luchadores” resistieron a pie firme la refriega, al toma y daca, ambos retadores se fueron con un salomónico empate técnico por decisión unánime, nada para nadie. “Tengan para que se entretengan”.
Con información de msn.com