La complicidad que existe entre las autoridades municipales y los cabarets clandestinos ya es escandalosa.
Hemos dado cuenta en redes sociales de cómo el table dance pirata ¡Qué nochecita!, ubicado en la Colonia El Progreso, ofrece variedad, alcohol y hasta sexo sin contar con la licencia de funcionamiento correspondiente.
En el colmo del cinismo, bailarinas exóticas de este congal convivieron con uniformados durante la madrugada del sábado.
Los policías prestaron la patrulla con la que deberían estar cuidando a los ciudadanos durante la madrugada, para que las chicas se tomaran fotografías que posteriormente publicaron en redes sociales, presumiendo su cercanía con los agentes.
Y aunque en las fotografías se borraron los números de la unidad, se alcanza a apreciar que es de la policía municipal de algún municipio.
Desde hace un par de años, cuando el hoy Secretario Particular de la Oficina de la Presidencia, Enrique Guevara, encabezaba el área de Normatividad, CAPITAL encontró, por lo menos, catorce negocios que se manejan como restaurantes bar, pero que ofrecen espectáculos para caballeros con pista, tubo, mujeres sin ropa y hasta sexo en vivo.
Como nunca antes y con total impunidad en la ciudad de Puebla, proliferan las fiestas subidas de tono en lugares que no cuentan con el permiso respectivo.
Con esa impunidad y cinismo operan.