Una manera de evitar que una conducta constitutiva de delito se repita, es a partir de modelos que eviten a toda costa que ese fenómeno suceda, y la forma en la que la modernidad la ha concebido se conoce como prevención del delito, y es una actividad que generalmente la llevan los tres órdenes de gobierno mediante sus instituciones, por ejemplo, de Seguridad Ciudadana o de Seguridad Publica.
Se define a La prevención social de la violencia y la delincuencia “como el conjunto de políticas públicas, programas y acciones orientadas a reducir factores de riesgo que favorezcan la generación de violencia y delincuencia, así como a combatir las distintas causas y factores que la generan”.
La prevención del delito se refiere, en términos generales, a las acciones enfocadas a disminuir las amenazas, el riesgo y las oportunidades de que el delito ocurra mediante la identificación y eliminación de las causas, elementos de oportunidad y condiciones sociales que permiten que la delincuencia se desarrolle y fortalezca
La planeación de acciones en materia de prevención social de la violencia y la delincuencia en cada comunidad, surge de la realización de un diagnóstico donde se identifican los factores de riesgo, territorios y poblaciones de atención prioritaria; es decir, niñas, niños, adolescentes, mujeres, migrantes y población en reclusión, y en los que se integran los ámbitos individual, familiar, escolar y comunitario.
Las acciones de prevención deben ser específicas y dirigidas a delitos prioritarios mediante el planteamiento de acciones sistemáticas y permanentes basadas en diagnósticos claros de la situación y con la colaboración conjunta de diversos organismos.
Es importante señalar que no existe una sola forma o estrategia para prevenir el delito y que diversos enfoques han sido materia de debate desde que este tipo de estrategias de seguridad tomaron fuerza a mediados de los años 60. Sin embargo, al revisar las principales propuestas de prevención, tanto académicas como de organizaciones internacionales y de algunos gobiernos nacionales pioneros en el tema, se pueden identificar elementos y componentes similares que resultan fundamentales para entender los principios básicos y necesarios de la prevención.
DIFERENTES ENFOQUES DE PREVENCIÓN DEL DELITO.
1.- Prevención por etapas de desarrollo del delito
- Prevención primaria: acción directa para evitar o revertir condiciones socioeconómicas que parecen estar asociadas al desarrollo del delito, tales como la pobreza, la desigualdad, el crecimiento urbano descontrolado, etcétera. Además, busca modificar las características del espacio físico y las relaciones sociales y comunitarias que podrían generar condiciones criminógenas en el largo plazo.
- Prevención secundaria: identificación e intervención temprana en los individuos o grupos en situación de riesgo delictivo. Ésta busca identificar el desarrollo potencial de actividades delictivas de individuos o grupos vulnerables en las zonas de alto riesgo e intervenir en su dinámica y calidad de vida de tal forma que no cometan delitos.
- Prevención terciaria: se refiere a la prevención de la reincidencia. En este nivel se busca evitar que los delincuentes identificados y procesados vuelvan a cometer delitos.
2.- Prevención del delito por estrategia operacional
- Prevención situacional: la motivación para cometer un delito puede ser resultado de una combinación de variables situacionales inmediatas, aspectos altamente específicos en la historia del individuo y factores relacionados con las circunstancias presentes de la persona.
- Prevención comunitaria: acciones encaminadas a cambiar las condiciones sociales que mantienen y permiten el desarrollo de la delincuencia, enfocándose en la habilidad de instituciones locales para reducir el delito. Se enfoca en la habilidad de instituciones como las familias, redes de amistades y organizaciones para prevenir el delito.
- Prevención de la criminalidad: se enfoca en los factores y predictores de la delincuencia plenamente identificados para un grupo de personas en un lugar y tiempos dados. Busca identificar y prevenir las carreras criminales de los individuos que presentan un comportamiento criminal crónico.
3.- Prevención por orientación de la estrategia:
- Prevención social del delito: se refiere a todas aquellas acciones enfocadas a tratar con las raíces del delito y a reducir los factores de riesgo en los individuos. Este tipo de acciones se llevan a cabo incidiendo en el individuo desde etapas muy tempranas, tanto en los factores de oportunidad y de criminalidad, como en sus lazos comunitarios y relaciones sociales.
4.- Prevención del crimen a través del diseño ambiental:
- Enfocada a diseñar y construir entornos no propicios para el desarrollo del delito. Este tipo de prevención se lleva a cabo modificando el espacio físico de las comunidades de tal forma que se reduzca la oportunidad de la posible acción del criminal y de ser victimizado.
Estos son los enfoques que, en términos generales, se han utilizado para la creación de los programas de prevención del delito alrededor del mundo. Como se describe, el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (PNPSVD) se concentra en prevención de tipo primaria y secundaria, atendiendo a las condiciones socioeconómicas que parecen estar asociadas al desarrollo del delito (primaria) y a los grupos en situación de riesgo delictivo (secundaria).
La responsabilidad conjunta entre los tres niveles de gobierno y los actores del país debe de centrarse en la construcción de los mecanismos que fomenten la seguridad ciudadana, a través de la participación y con el objetivo de llevar a cabo una coordinación efectiva en la implementación de políticas públicas en materia de prevención de la violencia y la delincuencia.
LA PREVENCIÓN DEL DELITO Y LA FAMILIA.
La prevención es un proceso continuo y dinámico que demanda principalmente la participación de la familia la cual propicia un escenario ideal para formar niños a favor de la prevención del delito, poseedores de habilidades psicosociales que les permita tomar la decisión de no consumir o vender drogas y mantener un comportamiento óptimo para el bienestar individual y social.
Sin duda alguna la prevención más importante proviene de la familia, la cual desempeña un papel indispensable en la puesta en práctica de actividades que promueven el desarrollo de habilidades para la vida. Éstas son herramientas que favorecen la capacidad para tener un comportamiento positivo y enfrentar eficazmente los retos de la vida diaria.
Para lograr que esta acción preventiva de la familia sea efectiva, también se requiere reconocer que la familia es un sistema primordialmente activo y siempre se encuentra en constante cambio y que las relaciones entre sus miembros son de vital importancia en la formación de la personalidad y en la prevención de conductas de riesgo. Lo anterior indica que prevenir en familia no es sólo anticiparse a los problemas, también es un proceso de formación, de transmisión valores y actitudes, fortalecer habilidades y comportamientos que ayuden a la persona a crecer y a desarrollarse en forma integral, plena y sana.
LA PREVENCIÓN DEL DELITO Y LA EDUCACIÓN.
La educación es una herramienta esencial para prevenir la delincuencia juvenil. Estudios recientes han demostrado que la educación ayuda a los jóvenes a comprender mejor la realidad de la delincuencia, las consecuencias de cometer un delito y el impacto que tiene en su comunidad, pero en México tenemos o un problema grave, que es la reforma curricular, los planes y programas de estudio han erradicado casi en su totalidad la formación cívica y ética y todas las directrices de los temas relacionados a la formación de sujetos de derecho, por lo que esas generaciones crecerán sin conocer las consecuencias de su actuación, así mismo se desarrollarán sin una cultura jurídica o de la legalidad. Conflictos como el BULLYING son fenómenos criminales que evidencian la falta de una cultura legal y jurídica de los alumnos y de toda la sociedad, de esta manera se puede pronosticar que, si el sistema educativo no puede resolver problemáticas poco complejas, será incapaz de responder a problemas de mayor dimensión como el narcotráfico o el terrorismo.
En ese sentido la reforma educativa y la política educativa en general no prevén de ninguna forma el fortalecimiento del conocimiento del derecho y del deber en los estudiantes, no informan el impacto de un delito y las consecuencias que se tienen por ello, de tal manera que los estudiantes actúan pensando que las conductas criminales son algo normal en la sociedad.
LA PREVENCIÓN DEL DELITO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
El cine, la televisión, la radio y la prensa no son malos ni buenos en sí mismos (sólo son vehículos de difusión); si pueden serlo los mensajes que por su intermedio llegan al público.
Es criterio generalizado que el cine tiene efectos perniciosos sobre los espectadores juveniles, por su característica falta de espíritu crítico y por su tendencia hacia la identificación, que los puede llevar a reproducir conductas que han visto en las pantallas.
La televisión cumple un papel similar al del cine, con la ventaja del relativo aislamiento del espectador, pero con la desventaja de la invasión del hogar y la gratuidad del espectáculo; hechos que favorecen el que diariamente la violencia, el crimen, el desorden familiar y la negación de los valores morales establecidos, sean proyectados dentro del hogar.
Aquí el problema reviste mayor gravedad por el poco o ningún control de calidad en la programación de las televisoras comerciales; y porque, además de a los jóvenes y adultos, su influencia alcanza también al público infantil.
El cine y la TV suelen ser verdaderas cátedras de delincuencia (en la actualidad, el cine y la televisión están marcadamente orientados hacia el sexo, la violencia y el delito), los cuales, puestos como lo están al servicio del escándalo y del mal gusto, causan un grave daño a nuestra población, especialmente a nuestros jóvenes. Una de las características de nuestros cines es que en las funciones correspondientes a películas censura A (aptas para todo público) se proyectan como propaganda partes de películas censura B y censura C, precisamente las partes más escandalosas y más violentas.
En cuanto a la radio, ésta ha perdido atractivo frente al embate de la televisión, pero sigue teniendo su público, el cual a fuerza de la apabullante repetición de los “slogans” puede ser manipulado en sus apreciaciones. También predominan en ella los mensajes negativos, especialmente en los espacios informativos, en los cuales se suelen reseñar los hechos delictivos en forma más detallada (prensa hablada) y en la emisión de radionovelas a las cuales se trata de hacer más efectivas en su truculencia para compensar la ausencia de las imágenes.
A la prensa se confiere menor influencia criminógena. En todo caso, el público analfabeto está fuera de su área de influencia directa; pero, como todo medio de comunicación social, la prensa puede ser usada como instrumento de manipulación colectiva y siempre podrá constituir para algunos sujetos (adolescentes y jóvenes, en especial) una fuente suplementaria de estímulos que los oriente hacia las conductas antisociales. Aparte de las páginas completas de propaganda gráfica de las películas en las que en forma nítida se presentan desnudos y escenas porno atentatorias contra la personalidad en formación de los niños, que en todo hogar tienen acceso a los periódicos y que, desde luego, no necesitan saber leer para interpretar gráficas.
Se ha señalado que la prensa mexicana tiene los siguientes aspectos negativos:
- Tendencia sensacionalista (algunos diarios).
- Publicación de fotografías o ilustraciones obscenas, vulgares o de mal gusto (publicidad de carteleras de cine y teatro).
- Y el enfoque exagerado en la información sobre hechos delictuosos.