En medio de la impugnación de su cargo como Senador, Néstor Camarillo regresó como dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Puebla para seguir controlando a esta fuerza política que va a reinventarse en próximos meses ante la caída nacional.
El presidente había “dejado” el cargo a Delfina Pozos que sigue en sus labores de la secretaria general para participar en la contienda por el Senado de la República.
Néstor Camarillo presumió estar en un partido ganador, pese a que pasó de 600 mil a 300 mil votos entre el proceso electoral de 2021 a 2023.
En la asamblea estatal donde se abordaron temas electorales de todas las fuerzas políticas, señaló que “tiene que estar en el Senado de la República”.
Y ante la denuncia de Morena sobre la usurpación de la candidatura, aclaró que “no está manco” por lo que también defenderá en tribunales el voto del pasado 2 de junio.
“No nos vamos a dejar porque para el PRI la ley es la ley”, al reiterar que su designación no es ilegal.