¿Quién va a un mitin político borracho?
Peor aún: ¿quién le pide una foto a un candidato, estando ebrio?
Cuando consumimos alcohol, cambia la forma en que funciona nuestro cerebro y se difumina nuestra capacidad para detectar el peligro. La corteza frontal se relaja y, por eso, nuestra capacidad de decidir se altera y tomamos decisiones que, en circunstancias normales, nos resultarían tontas.
Alejandro Martínez García llegó tomado a un evento de Mario Riestra Piña. Así lo admite para tratar de deslindarse de la amenaza que habría hecho al panista.
Después de ver el video donde intenta explicar la situación, es difícil creerle al comerciante que acudió a un evento en Totimehuacan para, según él, pedirle una foto al candidato.
#Puebla ⚠️ Se difunde en redes sociales un #video donde, Alejandro Martínez García niega amenazas contra el candidato a la alcaldía, Mario Riestra (@marioriestra), aunque acepta que asistió al mitin de San Francisco Totimehuacan en estado de ebriedad.
— URBANO📍Noticia Puebla y Tlaxcala (@urbano_noticias) April 24, 2024
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Además, aseguró frente a la cámara —con un falso llanto— que teme por su seguridad y la integridad de su familia.
Lo que no explica —ni la Fiscalía— es cuán borracho acudió al mitin porque, según la UNAM, cuando el alcohol ya no alcanza a metabolizarse en el hígado, genera una importante toxicidad en el cerebro que puede causar episodios de agresividad y amnesia, como seguramente le pasó al comerciante.
¿De qué se acuerda Alejandro Martínez, entonces? Doce horas después se atrevió, incluso, a pedir un careo.
Como de película, carajo.
Perdón, pero yo no le creo a un borrachín.
Y por favor, no normalicemos hablar de violencia antes y durante las elecciones.