Desde enero, cuando el proceso electoral estaba en la definición de candidatos, se han registrado al menos siete incidentes relacionados con la violencia política.
Un precandidato asesinado en Acatzingo, amenazas de muerte, hasta atentados son parte de la situaciones que están padeciendo los aspirantes a un cargo de elección popular.
El 26 de enero se dio a conocer el caso de Porfirio Hernández Aparicio, aspirante de Morena a la presidencia municipal de Jalpan quien fue víctima de un ataque a balazos en la junta auxiliar de Apapantilla.
Juan Manuel Téllez Salazar, aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia municipal de Tlatlauquitepec sufrió un atentado en su domicilio.
El día más violento en la política fue el 23 de marzo cuando Jaime González Pérez, precandidato de Morena a la presidencia municipal de Acatzingo fue ejecutado en su negocio de venta de autos.
Mientras el 7 de abril, el candidato del PRD a la presidencia municipal de Ajalpan, Mario Franco Barbosa sufrió un atentado; libró seis balas y solo fue herido de un brazo.
Dos días después, Juan Carlos Venancio, de oficio al albañil y esposo de Magdalena Cadena Ramírez, candidata a regidora de Tehuitzingo, PRI-PAN-PRD fue asesinado a balazos.
El 10 de abril se registraron dos hechos. El primero, un atentado contra el candidato a presidente municipal de Epatlán, Raúl Merino Badillo.
Mientras, agresiones verbales y amenazas recibió Karina Romero Alcalá de parte de morenistas que rechazan a la candidata del PRI a la diputación federal por el distrito 20 de la alianza Fuerza y Corazón por México.