Las vallas metálicas que el Ayuntamiento de Puebla colocó el pasado 8 de marzo alrededor de la fuente de San Miguel afectaron parte de la estructura de este inmueble catalogado como histórico.
Así lo dio a conocer la periodista Elizabeth Cervantes mediante sus redes sociales, quien subrayó que el gobierno de la ciudad “tanto cuidó su fuente que terminó dañándola”.
Esta casa editorial constató el desprendimiento de un fragmento de la columna de piedra que sostiene la imagen de San Miguel Arcángel en la plancha del zócalo poblano.
Hasta el corte de esta publicación, no existía una postura sobre el tema por parte del Ayuntamiento de Puebla ni tampoco por parte de la Gerencia del Centro Histórico.
A diferencia de otras conmemoraciones del 8M, este año fue la primera ocasión que el gobierno de la ciudad, actualmente presidido por Adán Domínguez Sánchez, colocó estructuras de metal en el perímetro de la fuente con la finalidad de evitar lo que se conoce como iconoclasia.
Versiones hemerográficas indican que la fuente de San Miguel fue edificada en 1873 por el arquitecto Juan Antonio de Santa María de Inchaúrregui.
En sus inicios fue colocada en el Portal Morelos, pero después fue trasladada al Paseo de San Francisco y, en 1962, es decir, hace seis década, fue instalada en el Zócalo de Puebla.