Según publica el día de hoy Darío Celis, la CONTRAMARCHA DE ayer en la CDMX nos costó los mil 500 millones de pesos que le referí en este espacio el viernes; sus organizadores, por lo menos, se gastaron mil 870 millones de pesos.
Si nos atenemos al millón de personas que Morena y cercanos a Andrés Manuel López Obrador aseguran que se hicieron presentes, el costo por asistente promedio rondó los mil 800 pesos, aproximadamente.
El rubro más oneroso fue el pago que los acarreadores tuvieron que hacer a los asistentes para renunciar a su domingo y apersonarse en el Zócalo capitalino: entre 500 y mil pesos. Pero pongamos 750, promedio.
Solamente en ese apartado sindicatos, gobernadores, alcaldes, legisladores y dirigentes locales de estados y municipios afines al obradorismo habrían desembolsado 750 millones de pesos.
El segundo apartado más gravoso fue el transporte, el cual quedó evidenciado y viralizado ayer todo el día en las redes sociales, donde se demostró el músculo corporativo de los sindicatos cooptados por la 4T.
Estamos hablando de que para traer a cerca de 700 mil acarreados de todo el país, desde lo más alejado del norte hasta lo más recóndito del sur, los gobiernos de Morena usaron alrededor de 17 mil 500 autobuses.
Los organizadores debieron gastarse, al menos, 420 millones de pesos, que es el costo de contratar un autobús con capacidad, promedio, de 40 personas, que a su vez cuesta 24 mil pesos el viaje redondo.
El tercer gasto en importancia fue el hospedaje de esas 700 mil personas que vinieron de los 31 estados del país, que sumaría cuando menos otros 175 millones de pesos más: 250 pesos por pernocta.
Otro rubro relevante fue el alimento de esos cuando menos 700 mil seguidores de López Obrador que llegaron de fuera y que empezaron a arribar la noche del sábado y se debieron ir la noche de ayer.
Apunte cena, desayuno y comida: unos 600 pesos cuando menos por esas 700 mil almas, que nos lleva a otros 420 millones de pesos que sufragaron sobre todo los gobiernos de los estados morenistas.
Añada otros alrededor de 75 millones de pesos, que se desprenden de alimentar a los 300 mil marchistas que estaban en la CdMx y zona metropolitana con un costo promedio de 150 pesos por estómago.
Finalmente 30 millones más de gastos por concepto de souvenirs del movimiento del Presidente y del partido Morena, para ataviar a ese millón de personas que vinieron a apoyar al tabasqueño.
Carteles, camisetas, cachuchas, banderines, paraguas, mantas, mochilas, lonas, calcomanías, botones, etcétera, con un costo de 30 pesos por artículo para hacer de la contramarcha el movimiento más vistoso a favor de AMLO.
“La marcha de los ardidos, la marcha del ego, la marcha del ardor, la marcha del acarreo, la marcha de la venganza, la marcha de la vaselina”, y demás motes que se acumulen, casi 2 mil millones de pesos.
Y la cifra aún así puede quedar corta, pues ayer por la noche fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que comanda Omar García Harfuch, calculaban un aforo de un millón y medio de personas.
Si algo saben hacer Morena y López Obrador, es movilizar masas.
TANTO EL GRUPO de Germán Larrea como el de Daniel Becker están ya inmersos en el due-diligence mayor de Banamex. Uno de los aspectos nodales de la compra es la infraestructura tecnológica. El banco que dirige Manuel Romo opera con sistemas propietarios desarrollados por Citi, los cuales no necesariamente son ya de punta. No se sabe aún si se manejarían como “activos diferidos”, lo que tendrá un impacto en el precio final. Tampoco se ha definido si el pasivo contingente que representa Oceanografía y los litigios de Amado Yáñez, así como la cartera vencida, se incluirán. Lo que es un hecho es que ambos grupos ya presentaron ofertas vinculantes que le decía no llegan a los 9 mil millones de dólares y ya fueron palomeadas por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
LE PUEDO CONFIRMAR que la oferta que presentó Inbursa por Banamex no llegó a los 2 mil millones de dólares. Era muy previsible. Carlos Slim solo entregó una propuesta simbólica para cumplir con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que desde que Citi anunció hace un año que salía a vender, el inquilino de Palacio Nacional le pidió que entrara a la puja. Así que todo lo que se dijo de que el banco que dirige su hijo, Marco Antonio Slim Domit, iba con todo de la mano del banco español CaixaBank, que preside José Ignacio Goirigolzarri, fue parte del show. Slim Helú sí aparece como parte de los que acompañan la oferta de Germán Larrea. Habrá que ver si este hombre de negocios, al que López Obrador ya le dijo que no tiene nada contra él, gana Banamex.
EL CONFLICTO QUE sigue escalando es el de Servicios Funerarios GG, que dirige Carlos Peña, y Advent International, que comanda aquí Daniel Martínez-Valle, tras la venta el año pasado de Gayosso. Y es que el fondo de capital de riesgo ya pidió la intervención de la Embajada de Estados Unidos, al mando de Ken Salazar, y de la American Chamber, que preside Vladimiro de la Mora. Le decía hace unos días que el juez de control del Tribunal Superior de Justicia de la CdMx, Jupiter López Ruiz, concedió medidas, entre ellas embargos de propiedades de Advent. También se libró una orden de aprehensión contra James Westra, socio gerente y director legal global de la compañía. Quienes coordinarán la defensa de éste último son los penalistas José Luis Nassar y Diego Ruiz.
ADEMÁS DE LA Suprema Corte de Justicia de la Nación, que para enero enfrenta el relevo de la presidencia de Arturo Zaldívar, donde también se vive ya una contienda por el próximo cambio en su máxima posición igual el próximo 2 de enero, es en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, cuya presidencia también dejará el último día de diciembre entrante Rafael Anzures. Hay varios magistrados que ya levantaron la mano. Apunte a Juan Olivas, Guillermo Valls, Luz María Anaya, Zulema Mosri Gutiérrez y Natalia Téllez. De Anaya se comenta que es la candidata de Anzures, de la segunda que su línea es de oposición a la 4T y de la tercera que tiene respaldo de Raquel Buenrostro, pero tendría que modificarse la Ley Orgánica porque por antigüedad no podría llegar.
NOKIA Y OPERBES impugnaron ante la jueza concursal de Altán Redes, Olga Borja, el convenio concursal que permitió a la operadora de la red compartida dirigida por Carlos Lerma salir del concurso mercantil el pasado 3 de noviembre. La proveedora finlandesa de equipos de tecnología que preside Pekka Lundmark reclama un adeudo de unos 100 millones de dólares, mientras que el prestador de servicios de telecomunicaciones, filial de Televisa de Emilio Azcárraga, tiene un pendiente de otros 100 millones de pesos. El Juzgado Primero en Materia de Concursos Mercantiles publicó la semana pasada la apelación, que no afecta el convenio, el cual pasara a un tribunal unitario para su desahogo.
LA SEMANA PASADA el Consejo de Administración del Infonavit, que dirige Carlos Martínez, aprobó la emisión el año próximo de un Certificado de Proyectos de Inversión (Cerpi) propietario hasta por unos ocho mil millones de pesos. El instituto estima colocarlo en el segundo semestre del 2023 a través de la Bolsa Institucional de Valores, que preside Santiago Urquiza y dirige María Ariza. El instrumento se utilizará para el desarrollo de infraestructura.