Para Edurne Ochoa, consultora política y aspirante a la diputación por el distrito 12 federal, el feminismo debe ser transgresor, es decir, cuestionar diferentes realidades o el status quo.
En entrevista para Capital, la también integrante de la agrupación 33 Mujeres dijo que, de no ser así, en realidad se estaría hablando de pura propaganda vacía.
Lo anterior al emitir su opinión sobre las adversidades que enfrentan las activistas y el sector femenino en el territorio mexicano.
“Creo que el feminismo sino incomoda no es feminismo, es marketing”, manifestó.
Ochoa expresó que las mujeres que alzan la voz y denuncian distintas anomalías nunca han sido del agrado del poder en turno.
Subrayó que solamente bajo la incomodidad es que se ha podido transformar la vida pública y política de la mujer, no solo en México sino a nivel mundial.
Recordó las amenazas y acoso que padeció en la administración de Miguel Barbosa Huerta, debido a que no se apegó a las órdenes o instrucciones del jefe del ejecutivo.
Detalló que el extinto político de Tehuacán le exigía no salir portando el pañuelo verde en favor de la despenalización del aborto, esto en su paso como servidora pública.
Asimismo, le ordenaba bajar tuits que hacían referencia a la ola de feminicidios registrada en el estado, lo que le pareció incongruente con su ideología.
“Yo sí les dije que lo que ellos me piden altera y contraviene la dignidad y la vida de las mujeres y yo con la vida de las mujeres no voy a jugar”, refirió.
Explicó que no someterse a los caprichos y el machismo de Barbosa Huerta no solamente le costó su despido, sino también una demanda y una serie de ataques digitales.
Dichos ataques fueron escalando de tono hasta recibir llamadas robotizadas en su celular con mensajes vulgares y que amenazaban a su hijo.
“Hasta la mafia tiene códigos”, declaró.
A partir de lo anterior, la activista empezó a impulsar una iniciativa para sancionar el sicariato digital, que puede definirse como la violencia vertida en plataformas virtuales.
Explicó que la propuesta en cuestión tiene el propósito de que se reconozca la figura aludida en el glosario de delitos digitales.
Añadió que viene acompañado de otro tipo de violencia, la psicofamiliar, pues afecta a parejas, madres, padres, hermanos e hijos.
“También pedimos que se reconozca la ciberviolencia política en razón de género en la Ley de acceso a las mujeres de una vida libre de violencia, que esos delitos entren en código penal”, acotó.
Ochoa señaló que la iniciativa también pretende fortalecer la relación entre ciberpolicía, Fiscalía y ministerios públicos.
En cuanto a sus aspiraciones políticas, confirmó que busca la candidatura a la diputación del distrito en el que ella vive, el cual abarca la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan.
Reconoció que no es un reto menor, pues se trata del distrito más grande de la capital poblana, que actualmente está en manos del PAN.
Remarcó que cuenta con la preparación, el compromiso y las habilidades para ser una buena representante de la sociedad y llevar su agenda a San Lázaro.