Uno de los primeros golpes de autoridad que dio el ex gobernador Rafael Moreno Valle fue la persecución en contra de algunos marinistas, entre los que destacó Javier García Ramírez.
El video donde la PGJ registra toda su casa es grotesco y sirvió como mensaje para muchos. Según la propia Procuraduría, incautaron bienes por más de 5 millones de pesos en la lujosa residencia que cuenta hasta con cine.
De hecho, la segunda orden de aprensión de los morenovallistas fue en contra del ex secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas por el delito de enriquecimiento ilícito y peculado.
Hasta la Interpol giró ficha roja para encontrarlo. En 2016, algunos medios difundieron que Javier García había sido detenido en París, Francia, por la Organización International de Policía Criminal.
No fue así.
García Ramírez fue acusado de haber amasado una fortuna por 23 millones de pesos y 32 propiedades que en un principio fueron incautadas, pero la entonces PGJ perdió varios juicios de amparo y la familia del mariinsta recuperó.
Fue el 16 de enero del 2012, cuado el juez sexto de lo penal en Puebla liberó contra el exfuncionario estatal una orden de aprehensión.
En enero de este año, Javier García Ramírez cumplió 11 años prófugo. La orden en contra del funcionario marinista por el delito de peculado sigue vigente, y todavía le restan tres meses para que se considere que expiran los cargos por los que se le busca, según el artículo 131 del Código Penal del Estado, pero ya está en Puebla.
Lo señalaron por amasar una fortuna de 23 millones de pesos, varias residencias, así como vehículos de lujo, pero se quedaron cortos.
A diferencia de Alfredo Arango y Francisco Castillo Montemayor, Javier García entendió que se tenía que ir de Puebla y así lo hizo por casi 13 largos años.
Lejos de su lujoso escondite, ha regresado a disfrutar de sus millones y a lo suyo: la construcción.
Ya empezó a contactar a sus amigos e incondicionales del pasado.