El destape de la candidatura de Omar García Harfuch como aspirante a la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México y que en caso de ganar la encuesta de entre los aspirantes, le permitirá ser el candidato de Morena, PT y PVEM a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2024, ha suscitado diferencias y cuestionamientos entre las huestes morenistas, quienes en forma pública y en privado, se oponen a que llegue al cargo el exsecretario de Seguridad Pública, en primer lugar, porque ni siquiera es militante del partido, sino que recientemente debido a sus aspiraciones decidió inscribirse como tal para justificar con ello su participación en el proceso; otro de los cuestionamientos que han cobrado fuerza son sus nexos con el defenestrado exsecretario de seguridad pública en el Gobierno del ex presidente Felipe Calderón, Genaro García Luna, que se convirtió desde el inicio del gobierno de AMLO en uno de sus villanos favoritos y en tema central de sus conferencias mañaneras.
García Luna se convirtió en uno de los personajes que sirvieron como centro de ataques del actual gobierno, para culpar a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, como los responsables del aumento de las bandas del narcotráfico en el país y de brindarles protección para el trasiego de drogas a los Estados Unidos en el período neoliberal en nuestro país.
El pasado 21 de febrero se dio a conocer el veredicto del jurado, que declaró culpable a García Luna de los delitos de narcotráfico y delincuencia organizada, lo cual fue motivo de regocijo para el Presidente López Obrador, porque confirmó sus declaraciones en el sentido de su responsabilidad como ex secretario y que fue respaldado en su actuar por el expresidente Felipe Calderón. La sentencia del juicio que se sigue en contra de García Luna, se dictará hasta el 1 marzo de 2024, es decir, cuatro meses antes de que se lleven a cabo las elecciones federales en el país.
Pero a partir del destape y anuncio de Omar García Harfuch para participar en el proceso de elección de la candidatura del Coordinador de los Comités de Defensa de la 4T de la Ciudad de México, no se ha vuelto a hablar de García Luna en las conferencias del Presidente y más bien, se trata de ignorar o minimizar la relación de García Harfuch con García Luna con quién colaboró a su paso por la Secretaría de Seguridad Pública Federal, en otras palabras, fue uno de sus discípulos.
Si a lo anterior agregamos, la participación de García Harfuch en las reuniones para esclarecer la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa en 2014 y que fue confirmado por Alejandro Encinas, quién incluso señaló que el nombre del exsecretario figura en los informes de la Comisión de la Verdad de los hechos, situación que pone en tela de juicio si tuvo o no que ver en los hechos, o si simplemente colaboró en el esclarecimiento de los mismos.
Pero ya sea una cosa u la otra, para los militantes de Morena en la Ciudad de México, sus antecedentes y perfil no comulgan con los principios de la 4T, independientemente de que sea el mejor evaluado en las encuestas de la capital e incluso hay quienes afirman, que hasta los propios partidos del bloque opositor no ven con malos ojos la llegada del exsecretario de Seguridad de la ciudad a la Jefatura, en caso de que sea el candidato de Morena.
Si a lo anterior agregamos los hechos violentos del 26 de junio de 2020 en las Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México en los que García Harfuch sufrió un ataque armado a su vehículo recibiendo tres impactos de bala y donde perdieron la vida tres personas, existe el temor de que, los grupos delincuenciales que perpetraron el ataque, vuelvan a intentarlo o que la seguridad del exsecretario deba ser reforzada para evitar que cumplan su objetivo o que en plena campaña se dañen a terceras personas.
Pero la decisión de la Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum, de impulsar la candidatura de García Harfuch para sucederla en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pesa más, que los brotes de inconformidad de la militancia o del propio López Obrador, quién ve con mejores ojos al exsubsecretario de salud federal, Hugo López-Gatell para ser el coordinador de los Comités de Defensa de la 4T en la capital; sin embargo hasta el día de hoy, no se ve como alguien pueda descarrilar la candidatura de García Harfuch dentro del proceso de Morena y partidos aliados y mucho menos que exista un candidato o candidata de la alianza opositora que pueda pelearle de tú a tú el triunfo en la elección de 2024.
Así, aunque aún faltan muchos meses para las elecciones, en el caso de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Morena deberá actuar en forma inteligente y apostar, no por quién sea el mejor candidato y se identifique con sus principios, sino por quién le garantice el triunfo y le dé el mayor número de votos para la candidata a la Presidencia de la República; lo demás sale sobrando y del pasado de García Harfuch, por lo menos entre los fieles a la 4T, ha quedado en el olvido.