La marcha convocada por más de 51 organizaciones de la sociedad civil, así como por actores políticos de la oposición para este domingo 13 de noviembre en la capital del país y en 35 ciudades las ciudades del interior , por la defensa de la autonomía del INE y en contra de la reforma electoral presentada por el Presidente López Obrador ante la Cámara de Diputados, que propone la desaparición del INE y la creación de un Instituto Nacional del elecciones cuyos integrantes serán electos mediante el voto popular en urnas, así como reducir el número de integrantes del Tribunal Federal Electoral y aplicar severos recortes financieros a los órganos electorales.
La convocatoria desató la ira del Presidente quién en su conferencia mañanera del 8 de noviembre pronunció una serie de insultos y descalificaciones, no sólo en contra de los promotores de la misma, sino más allá, también en contra de los ciudadanos que decidan participar en dicha manifestación, acusándolos de: “rateros, racistas, deshonestos e hipócritas” y en los días subsecuentes esgrimió otros argumentos quejándose de los fraudes electorales y de los privilegios que han tenido personajes como el Presidente del organismo Lorenzo Córdoba y el Consejero Ciro Murayama a quienes en varias ocasiones ha criticado y cuestionado públicamente su actuación.
Así las cosas, en los días previos al inicio de la Copa del Mundo Qatar 2022, México se encuentra dividido y polarizado en dos posiciones: la de quienes defienden las iniciativas de reformas a la Constitución Política del país promovidas por el Presidente a ultranza y de quienes están en contra de las mismas, como en este caso que afecta a una de las pocas instituciones de México que ha aguantado los embates e intentonas del Presidente, de tenerlo bajo su control y someterlo a sus políticas de recorte presupuestal, considerándolo como un ente incómodo y que le estorba para sus planes de continuar con el gobierno de la cuarta transformación con un sucesor o sucesora que pueda ganar las elecciones en 2024 en forma segura y sin el riesgo de que los órganos electorales pongan en riesgo las candidaturas y un eventual triunfo.
Otra de las preocupaciones del inquilino de palacio nacional, es saber que bajo las reglas del actual sistema electoral y con los Consejeros que no controla, es posible que sean descalificados y se les anule la candidatura a alguna de sus “corcholatas” debido a que desde que el decidió poner en marcha la sucesión presidencial y la de algunos estados en el país, se han dedicado a realizar actos anticipados de campaña haciendo uso de los cargos y recursos públicos para promover sus aspiraciones y tratar de posicionarse como punteros en las encuestas que el Morena aplicará para definir las candidaturas.
AMLO sabe, que con los integrantes del Consejo general del INE actuales, no le será fácil someterlos, como ocurre con los Diputados y senadores de su partido, con el Poder Judicial federal y con las fuerzas militares y que son capaces de emitir acuerdos y resoluciones, en contra de Morena y bajar a los candidatos impidiendo incluso que aparezcan en la boleta electoral, como ocurrió con la fallida candidatura a la gubernatura de Guerrero del senador Félix Salgado Macedonio.
Al momento que redacto esta colaboración, aún es incierto prever el número de ciudadanos que asistirán a la marcha del próximo domingo y los efectos que tendrá, porqué independiente del número de participantes, seguramente López Obrador la minimizará en su conferencia mañanera del lunes 14 de noviembre, incluso podría mofarse del “fracaso” que habrá sido para tratar de frenar la reforma electoral, por lo que el movimiento en defensa del INE no termina el domingo 13, sino por el contrario, inicia una serie de actividades en las que deberá sumarse un mayor número de ciudadanos, a quienes desde los días previos el presidente ha ofendido, lastimando su dignidad y poniendo en entredicho su libre albedrío y opinión respecto a la democracia en nuestro país, quizás no le queda claro que, millones de ellos, no son beneficiarios de los programas sociales del bienestar, no pertenecen, ni les interesa pertenecer a ningún partido político, pero lo que sí tienen claro es que la reforma electoral del Presidente, es una trampa para apoderarse de los órganos electorales, para acallar a la oposición y tener libre el camino para controlar totalmente al país con elecciones a modo a favor de su partido.
Seguramente vendrán otras propuestas, como por ejemplo un Paro Nacional, ya que una marcha no será suficiente para doblar a López Obrador, para obligarlo a retirar o modificar la propuesta de reforma escuchando las voces de un gran sector de ciudadanos.
También es necesario que los ciudadanos cuestionemos a los Diputados federales y Senadores en cuyas manos está aprobar la reforma electoral y que son quienes a final de cuentas con su voto, tienen la última palabra para cumplir la orden presidencial; es necesario exigir atiendan el sentir y la inconformidad de quienes los eligieron, de quienes reciben su dieta y a quienes dicen “representar”, ya que ha quedado claro que en el caso de los Diputados de la fracción parlamentaria de Morena, en su mente sólo está el cumplir las órdenes presidenciales, antes que escuchar las voces y demandas de quienes viven en sus distritos.
Hago votos, porque la marcha ciudadana en defensa del INE, se dé en las mejores condiciones, con paz, tranquilidad, respeto, civilidad y que las autoridades de los tres órdenes de gobierno, no caigan en la tentación de poner en riesgo la seguridad de los participantes, que ante todo tienen el derecho de manifestarse garantizado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
¡Defender al INE, es defender la democracia y a México!