La guerra encarnizada que libran las corcholatas presidenciales para hacerse de la nominación y representar a los comités de defensa de la 4T, poco a poco baja a los estados donde se libran batallas similares pero aldeanas.
Y es que las corcholatas nacionales con serias posibilidades de hacerse de la nominación lanzaron una serie de encuestas en las cuales todos ganan frente a sus contrincantes, es decir, encuestas a modo para parecer lo que no son pero que sirven a la causa.
Así nos percatamos una vez más, de que las encuestas están siendo utilizadas como método de propaganda para beneficiarse y atacar al contrincante más cercano y por supuesto, Puebla no es la excepción.
En recientes semanas, se han dado a conocer encuestas donde abruptamente cambian los números entre los integrantes de la 4T, de cara a la pelea a muerte que se libra en la aldea con tal de demostrar que van arriba en las encuestas.
Es así como los miembros de la 4T poblana se disputan con sangre y tinta la aparición en el primer lugar para dar elementos al inquilino de Palacio Nacional de que son lo que los y las poblanas piden a gritos, aunque para ello se haga propaganda con casas encuestadoras de dudosa reputación.
No podemos hacer a un lado el método de la propaganda con la cual la nueva clase política se juega el todo por el todo y para muestra hay varios botones, pero eso no se lo voy a decir yo amable lector, eso, es tarea de cada quién, pero el o la que tenga ojos para ver, que vea.
Son pocos los estudios serios de opinión que han pasado la prueba de fuego del día siguiente de las elecciones y la maldita realidad termina por colocar en el basurero de la historia a quienes hacen propaganda.
¿O apoco usted cree que una de las peores funcionarias que ha tenido Puebla o el primito heredero del autoritarismo y corrupción ganarían así nada más sentándose a ver cómo todo Puebla corre a los brazos de personajes como estos?
Que conste que es pregunta.