Nadie iba a imaginar lo que pasaría meses después de la muerte del ex gobernador Miguel Barbosa Huerta, sinceramente pensé que tardaría más en extinguirse este minúsculo grupo de poder que amasó rencores y persecuciones contra quienes pensamos distinto.
Para ponernos un ejemplo claro de la fragilidad del grupo barbosista, el ex gobernador Moreno Valle forjó un círculo de poder que tuvo una duración de poco más de 7 años, es decir, desde su llegada al gobierno en el 2011, su posterior salida en el 2017 y durante la llegada del grupo Tony Gali cuya administración terminó en el 2018, así como el poco tiempo que tuvo en el Senado como líder de la bancada panista, el poder del grupo Morenovallista se consolidó de tal manera que el debilitamiento de su círculo tardó varios meses en ser disminuido, más no extinguido.
Fue a través de persecuciones políticas, armado de expedientes falsos y el uso de los recursos públicos en la prensa para hostigar, difamar y perseguir a los ex gobernadores y sus ex colaboradores, como pudo mermarse poco a poco el ala morenovallista, aunque no lograron extinguirla, incluso, está más viva que nunca.
Todo lo contrario sucedió con el poder del gober rencoroso, pues no duró ni 3 días en comenzar a desmoronarse.
Vea usted amable lector, el poder del barbosismo cayó cuando el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina comenzó a cepillar a todos los perfiles que significaban un lastre para cerrar de la mejor forma la administración.
Perfiles cercanos al barbosismo, comenzaron a hacer sus maletas y a alejarse de la sombra que les daba el poder del gober rencoroso a tan solo unos días de haber tomado las riendas el actual mandatario.
Ya sin poder y en la humillación total, unos perfiles que no nombraré porque ya están en el basurero de la historia, presentaron su renuncia, unos más esperaron en agonía e incertidumbre la solicitud de su renuncia voluntaria, otros más continúan en el gabinete como Gabriel Biestro a quien el destino le tiene contadas las horas, pero en los hechos, el grupo barbosista prácticamente ha sido exterminado.
Para bien de Puebla, nuevos tiempos de paz soplan desde las más altas esferas del poder.
Ojalá esta paz dure un buen rato.