¡Se sienten dios en el poder!
Ni en los peores tiempos del morenovallismo: la subsecretaria de Educación Superior de Puebla, Gabriela Hernández García, obligó a renunciar a la directora de la Unidad 212 de la Universidad Pedagógica Nacional, Tamara Galindo García, con amenazas y privándola de su libertad por horas.
El 16 de enero, Tamara fue citada en la SEP para ser amedrentada por supuestamente apoyar un pronunciamiento de trabajadores. Le quitaron el celular, le mostraron unas supuestas impresiones de pantalla y la obligaron, con engaños, a firmar un documento que en realidad era su renuncia.
Se negó.
Incomunicada y secuestrada en una oficina durante 7 horas, recibió toda clase de insultos —como ya es costumbre— de Gabriela Hernández, quien ya fue denunciada en la Fiscalía General por corrupción, abuso de poder, amenazas, hostigamiento, intimidación y privación de la libertad.
Desde su llegada en noviembre pasado, se cuentan por decenas las quejas de académicos, supervisores y directores de Instituciones poblanas contra la funcionaria. Los malos tratos, groserías y afrentas son cotidianas.
Pregúntenle a la gente de Recursos Humanos: ya no pueden ni pararse de su lugar porque les descuentan el día, por encargo de la subsecretaria.
Hernández García no puede. Miles de estudiantes siguen sin título profesional porque la plataforma de titulación no permite subir la documentación completa.
Mintió al publicar un comunicado dando cifras de los otorgados, pero no dijo que desde que se fue Melitón Lozano, ¡no han entregado uno solo!