El proyecto de Ciudad Universitaria 2, obra emblema de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tendría su lado oscuro. Al menos 110 hectáreas habrían sido adquiridas con títulos de propiedad falsos.
La nueva sede de la BUAP comenzará a funcionar en la primera semana de agosto y espera a cuatro mil 437 estudiantes de nuevo ingreso, pero los terrenos donde se edifica son propiedad de la familia Jiménez Bermúdez, según consta en el título de propiedad en poder de CAPITAL con fecha del 13 de septiembre de 1934 y fueron “comprados” durante el rectorado de Alfonso Esparza Ortiz, acusado de desviar 671.4 millones de pesos de la Universidad a través de prestanombres, según consta en la carpeta de investigación 028/2020/UEIORPI.
Mientras estalla otro escándalo, Esparza anda escondido, pero tranquilo —y millonario— en Canadá.
Además del ex rector, en esta trama de corrupción aparece Pablo Rodríguez Regordosa, señalado también por la compra de terrenos con sobrecosto por 47 millones de pesos para que se instalara la planta de Audi en San José Chiapa, además de un terreno superior a los mil metros cuadrados en Lomas de Angelópolis valuado en más de 20 millones de pesos.
Rodríguez Regordosa habría negociado con la Benemérita y el entonces rector la compra de los terrenos ubicados en la comunidad de San Baltazar Tetela con los títulos falsos.
Los afectados aseguran que las tierras invadidas de forma ilegal representan no solo un patrimonio económico, sino también un legado histórico y cultural para ellos.
Si la BUAP adquirió los terrenos de forma legal en 2014, ¿por qué nunca ha mostrado los títulos?
De hecho, las máximas autoridades universitarias conocen el tema de primera mano, pero han guardado silencio.
El tema apesta a corrupción y a mucho, muchísimo dinero.