Las bardas a favor de las corcholatas nacionales y poblanas que han “aparecido” en distintos puntos del Estado son delitos electorales.
Ya parece una campaña formal y oficial. La autoridad electoral no ha sabido —no ha podido— frenar estos actos anticipados de campaña.
En Puebla ya se vive una guerra de bardas porque es más barato que pagar anuncios de televisión o espectaculares.
Las y los poblanos no quieren que sea Julio, ni es Claudia y tampoco ahora es Adán.
Aunque se deslinden, los ciudadanos no somos idiotas.
Las y los morenistas no han entendido que las bardas no votan.
Nunca en la historia de este país ningún candidato ha ganado una proceso electoral con esta estrategia de promoción.
La ciudad luce espantosa.
Ya resulta molesto encontrarse en todas partes sus nombres y Hashtags malísimos: Camino Real a Cholula, Vía Atlixcáyotl, el Periférico, la Recta a Cholula, Autopista México-Puebla, etc.
Hay varios millones invertidos en paredes y pintura de “espontáneos”.
¿De dónde sacaron tanto dinero? El uso de dinero de los contribuyentes en campaña es ilegal.
Es una burla que servidores públicos aprovechen sus cargos para impulsar sus aspiraciones, sólo abonan a la simulación.
¿Por qué carajo no son transparentes sobre sus ambiciones? ¿Quién va a despintar la ciudad cuando pierdan?
Urge que ya cambien la forma de hacer política en este país.
En serio, nos merecemos otra cosa.