En internet, recientemente circularon unas imágenes del expresidente estadounidense Donald Trump en el supuesto momento de ser arrestado. Aunque fueron creadas por inteligencia artificial (IA), muchos creyeron que eran reales.
Pero, ¿cómo culpar a estas personas de ser víctimas de fake news cuando muchas de las imágenes compartidas en redes sociales parecen hiperreales; incluso se ven más como tomas artísticas escenificadas que como fotografías tomadas en el momento.
Sin embargo, una mirada más atenta revela algunos detalles de que algo está mal en estas fotografías.
Darse cuenta de los errores de las fotografías, sin embargo, puede ser algo desafiante.
La tecnología sigue avanzando rápidamente, especialmente en el terreno de la inteligencia artificial. Algunas aplicaciones son capaces de generar retratos de personas que no son reales, pero que pueden confundirse con fotografías de humanos.
En más de una ocasión, los mejor conocidos como deepfakes han generado polémica debido a los riesgos que pueden generar. Esta tecnología puede copiar rostros, manipular expresiones faciales e incluso imitar el habla de las personas mediante una combinación de algoritmos y códigos que permiten superponer el rostro de alguien en el de otra persona.
Los deepfakes han sido utilizados para tergiversar hechos pasados o suplantar personas, debido en gran medida a que aplicaciones de fácil acceso (Fakeapp, FaceSwap, entre otras) permiten que prácticamente cualquiera puede tener acceso a ellos.
Reconocer una imagen real o generada por IA no es sencillo, pero tampoco es imposible. Sí se puede recurrir a algunos trucos para poder llegar a una conclusión. A continuación, te contamos cómo hacerlo:
Elementos para identificar una imagen generada por inteligencia artificial
Fíjate en las marcas de agua. Los creadores incluyen marcas de agua en su creaciones para identificar sus piezas. Herramientas como DALL-E2, también recurren a marcas identificativas, así que dale un buen vistazo a la imagen.
Otro método para reconocer fácilmente una imagen generada por inteligencia artificial son las anomalías visuales. Piensa en las pinturas impresionistas las cuales generalmente capturan la esencia sin centrarse en los detalles, las imágenes creadas por IA siguen ese mismo patrón, por eso se observa cómo a menudo faltan detalles que a primera vista pueden pasar desapercibidos, pero que se hacen más evidentes si nos acercamos.
Fíjate bien en el fondo de la imagen. Este suele estar desenfocado, ya que el algoritmo tiene la finalidad de generar caras, mientras que en el resto de la escena pueden aparecer texturas confusas e, incluso, objetos extraños. Ubica los textos que parezcan en la imagen y revisa que sean legibles.
Hablando de rostros, si miras con detenimiento y a profundidad, quizás seas capaz de llegar a una conclusión. A veces existe una ligera asimetría en las caras, con un tamaño diferente de los ojos, partes del rostro que parecen haber sido pintadas. Accesorios como lentes y aretes, muchas veces se confunden con el rostro, carecen de detalles o simplemente no coinciden en su forma. Pequeños detalles que pasan inadvertidos a primera vista, pero que suelen estar presentes.
El encuadre de los rostros suele ser siempre el mismo, el típico de las fotos de los documentos de identidad. Los protagonistas de las imágenes creadas por inteligencia artificial casi nunca inclinan la cabeza y, en raras ocasiones, se rota la misma. Además, el cabello casi siempre toca el borde de las imágenes.
Las caras son muy básicas y por lo regular cuentan con expresiones neutras, al igual que el gesto. La textura de la piel recuerda a las figuras de cera, aunque esto ha sido perfeccionado en los últimos tiempos y cada vez requiere más esfuerzo humano identificar una imagen hecha con inteligencia artificial.
Fuente: GQ