La temporada de lluvias en México podría extenderse hasta febrero de 2026, una noticia que ha generado preocupación entre los ciudadanos y las autoridades, por lo visto en fechas recientes en estados que sufrieron inundaciones.
egún el doctor Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, hay un 80 por ciento de probabilidad de que las lluvias continúen en los próximos meses.
La combinación de condiciones climáticas inusuales en el océano Pacífico y Atlántico está detrás de la prolongación de las lluvias. Torres Puente explica que estamos experimentando una coincidencia poco frecuente de fenómenos oceánicos que han intensificado la actividad de tormentas en el Pacífico mexicano.
Esto ha resultado en un calentamiento anómalo de las aguas, lo que favorece la formación e intensificación de ciclones tropicales.
Comparación con el pasado: ¿Qué sucedió en 2009 y 2010?
El análisis del doctor Torres Puente se basa en la observación de similitudes entre los patrones climáticos actuales y los registrados en 2009. En aquel entonces, el Pacífico estaba en fase negativa de la Oscilación Decadal (PDO) y el Atlántico en fase positiva de la Oscilación Multidecadal (AMO).
Las lluvias se prolongaron hasta febrero de 2010, y las presas alcanzaron niveles máximos de llenado. Hoy, las condiciones son casi idénticas, lo que sugiere que podríamos estar ante un escenario similar.
“En 2009 tuvimos una situación muy parecida a la actual: con fenómenos oceánicos similares. La oscilación decadal del Pacífico (PDO) estaba en fase negativa y la oscilación multidecadal del Atlántico (AMO) en positiva. Además, en esos años las presas del noroeste y el sistema Cutzamala alcanzaron niveles máximos de llenado. Hoy los índices climáticos y las condiciones oceánicas y atmosféricas son casi idénticas”, explicó el científico a Gaceta UNAM.
Impacto en los sistemas hídricos y la infraestructura
Las lluvias continuas están poniendo en riesgo los sistemas hídricos del país. Muchas presas en el centro y sureste de México ya están al 95 por ciento de su capacidad, lo que aumenta la posibilidad de desbordamientos y severas inundaciones.
Torres Puente advierte que es crucial que las autoridades se preparen para distintos escenarios y ejecuten planes de acción para mitigar los posibles efectos adversos de estas lluvias.
Aunque la intensidad de las lluvias no puede ser atribuida directamente al cambio climático, es importante señalar que estas precipitaciones ocurren en un contexto global más cálido.
Torres Puente menciona que el calentamiento global podría estar acortando los intervalos entre fenómenos climáticos extremos, lo que hace que situaciones como la actual sean más frecuentes.
“Nuestro sistema atmosférico se está volviendo más cálido, lo cual puede hacer que los periodos de retorno de estas oscilaciones se reduzcan. Si antes ocurrían cada 30 años, podrían hacerlo cada 10 o 20″, refiere el académico.