Las “desmañanadas” que algunos políticos han tenido que soportar para asistir a los eventos tempraneros del alcalde panista de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, no son porque realmente les importe la ciudadanía, el pueblo, la gente, los poblanos, nooo.
Esas desveladas para acompañar al presidente municipal de la capital tienen un trasfondo peculiar.
Bien se dice en la polaca, el que no sale en la foto no se ve… y el 2024 está cada vez más cerca.
Entre diputados y legisladoras locales o federales se disputan los días de la semana para poder asistir lo más que se pueda y aprovechar esa plataforma para que la gente los intente ver. Ya hasta quieren su bono de puntualidad. Háganme el favor.
Mientras Lalo Rivera sigue indeciso (según) en qué es lo que va a pelar en la elección del 2024, que si la reelección, la gubernatura o el Senado, las piezas de su ajedrez se están moviendo en todas las direcciones posibles.
Veamos…
El que siempre ha soñado con ser alcalde de la capital es el diputado federal, Mario Riestra, y no está desaprovechando las invitaciones que le hace Lalo para asistir a sus eventos con tal de salir en la foto, aunque la gente ni lo tope al 100.
También, otra pieza que se está moviendo en el tablero es la panista, Ana Teresa Aranda Orozco, aunque muchos dicen que ya es un “cartucho quemado”. No encuentro fallas en su lógica.
De igual forma, Carolina Beauregard. Lo está intentando, puede que dé una sorpresa, pero le falta “esa malicia” que un político debe tener. El ajedrez dirá.
Otro que quiere destacar “por si chicle y pega” para la presidencia municipal es el gerente, Adán Domínguez Sánchez, pero, seamos sinceros, como dice la canción: “le quedó grande la yegua”.
Y bueno, hasta atrás de esas piezas principales del ajedrez de Lalo, hay algunos regidores, sí, así como lo lee, regidores, que están queriendo moverse tanto de forma ortogonal como diagonal, pero no para la alcaldía, vaya ni les alcanza, al menos les tocará una diputación local o si bien les va, una federal. Al tiempo.