Para evaluar al gobierno de AMLO con objetividad, es suficiente con examinar los saldos en cada uno de los rubros socioeconómicos. En esta ocasión nos referiremos solo al tema de la pobreza. Pues bien, algunos organismos y expertos en la materia, afirman que en el actual gobierno la pobreza ha aumentado de 51.9 a 55.7 millones de personas. Es decir, hoy existen 3.8 millones de más pobres que los que había a finales de 2018.
La pobreza extrema también se incrementó de 8.7 a 10.8 millones de mexicanos. Lo que significa que hoy hay alrededor de 2.1 millones de más personas en situación de extrema pobreza.
Habría que mencionar que la pobreza aumentó debido, además de las erráticas políticas públicas, entre otras cosas, a la pandemia de la covid-19. Aunque esto nos llevaría a un análisis mucho más profundo si buscamos todas sus causas generadoras. Una de ellas sería, por ejemplo, los bajos ingresos laborales, pues en ese renglón observamos que hay 48.6 millones de personas que no les alcanza ni para adquirir la canasta básica alimentaria, lo cual deriva en problemas de desnutrición que, por sí mismo implican dificultades en materia de salud.
Pero vayamos a algunos indicadores globales en materia de pobreza, a partir de la última medición hecha por el Coneval, la cual nos refleja que, en los primeros dos años de gobierno de la 4T, en México había una población de 85.7 millones de personas con al menos una carencia social y otras 29.2 millones de mexicanos con al menos tres carencias.
Los indicadores de carencia social son rezago educativo, carencia por acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, a la calidad y espacios de la vivienda, a los servicios básicos en la vivienda, y a la alimentación nutritiva y de calidad.
En lo que respecta a rezago educativo, observamos que al 2018 había 23.5 millones de personas en esa condición, mientras que al 2020 se tenían 24.4 millones de personas en dicho rezago educativo; es decir, en esos dos años se incrementaron alrededor de novecientas mil personas con esa carencia social; mientras que, en lo que respecta al acceso a los servicios de salud, vemos que se tenían registrados 20.1 millones de mexicanos, habiendo aumentado en dos años 15.6 millones; derivado esto principalmente por haberse quitado el Seguro Popular. En acceso seguridad social se tuvo un decremento aproximado de doscientos mil.
Ahora bien, en lo que se refiere a calidad y espacios de vivienda, observamos que en este rubro hubo una disminución de 1.8 millones en dicha condición. En acceso a los servicios básicos en la vivienda también se presentó una disminución, al pasar de 24.3 millones que se tenían en el año 2018, habiéndose reducido a 22.7 millones, constituyendo 1.6 millones personas menos; pero en lo que respecta a la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, vemos un incremento de 1.1 millones más de personas en esa carencia.
En cuanto al indicador de bienestar económico, se observa que al año 2018 había una población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, de 17.3 millones de personas, mientras que, al 2020, se contaban 21.9 millones, es decir, hubo un incremento de 4.6 millones de personas.
También vemos que, en lo que se refiere a la población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos al año 2018, vemos que se tenía un saldo de 61.8 millones de personas; mientras que para el 2020 –a dos años de gobierno -, se tenían 66.9 millones de individuos en esa condición. Es decir, en este rubro hubo un incremento de 5.1 millones de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos.
En síntesis, el balance resulta ser negativo en el rubro de combate a la pobreza, por eso es que preguntamos, dónde está la Cuarta Transformación que tanto se pregona y que defenderá la corcholata que resulte ser la o el coordinador de su defensa. En la próxima colaboración nos referiremos al tema de seguridad pública para seguir evaluando a la 4T.