Saúl “Canelo” Álvarez es uno de los mejores deportistas mexicanos de todos los tiempos. Campeón mundial de la Asociación Mundial de Boxeo, Consejo Mundial de Boxeo, Organización Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y The Ring de peso supermediano.
Les guste o no a muchos, Álvarez se ha enfrentado a los mejores: Miguel Cotto, Matthew “Magic” Hatton, Gennady GGG Golovkin, José Manuel “Josesito” López y el mismísimo Floyd Mayweather.
Saúl heredó la estafeta de leyenda de Julio César Chávez, pero sin sus excesos.
El campeón mexicano se volverá a subir al ring el próximo 6 de mayo en el Estadio Akron para exponer sus títulos contra el británico Jhon Ryder.
Para su regreso a tierras mexicanas después de más de diez años, Saúl Álvarez presentará un cinturón conmemorativo de Puebla que recibirá en estos días de manos del diputado federal Ignacio Mier, en el Congreso de la Unión.
Quien transmite el mensaje es tan importante o más que el propio mensaje.
Una foto con el Canelo no es poca cosa, aunque lo parezca. El boxeador está entre las tres figuras más populares del país, sólo detrás del Papa Francisco, según la última medición de El Financiero.
Si bien los empresarios son buenos para la imagen, deportistas exitosos son aún mejores y Saúl “Canelo” Álvarez es uno talentoso, perseverante y disciplinado, con fama e influencia.
Un imán para la gente.
Por algo es el número 64 entre los deportistas de mejor impacto comercial del mundo, según SportsPro.
Las fotos de ambos, Nacho y Saúl, recorrerán todo el país.