Los números no mienten: CAPITAL ya es una realidad. Hemos superado —y por mucho— a medios que llevan años de existencia.
Es una fortuna poder teclear y postear sin compromisos. Subir a la web lo que creemos que se nos antojaría leer y lo que nos gusta.
Desde el primer día, nuestro compromiso fue intentar hacer cosas diferentes.
Las miles de reproducciones en TikTok y Twitter —en algunos videos— lo confirman.
Los alcances en Facebook de más de 350 mil personas por mes, las ofensas y amenazas en mensajes, junto con los seguidores que se suman todos los días nos dicen que vamos bien.
En sesenta días, siete exclusivas virales: la hoja del hospital Dr. Rafael Moreno Valle que confirmaba que el exgobernador Barbosa estaba grave, las fotos del hijo mayor de Mario Marín con Messi y Charly Sheen al final del sexenio, los zapatos Saint Laurent y bolsa Gucci de la diputada de Morena Selene Ávila, los clubs de chicas sin permiso que permiten acceso a menores —con todo y fotos— que al final terminaron clausurados, el caso del diputado brindando en primera clase rumbo a Qatar —cuando el Congreso estaba sesionando—, el video de la golpiza en el palenque de Tlaxcala mientras el director de Protección Civil cantaba y el enfrentamiento previo en El Campanario de San Pedro Cholula, que hasta las televisoras retomaron.
Nos falló —por poquito, porque sí iba— el nombramiento de Doña Rosario Orozco como gobernadora sustituta, pero nos quedamos con el buen sabor de boca de publicar lo que otros no pueden. De ver nuestro texto en medios de otros estados.
Lo escribí en la primera columna: no soy periodista ni quiero serlo. Anótenlo.
En CAPITAL publicamos lo que creemos que amerita ser publicado. Sin pretextos. Sin miedo.
Cuánto coraje les da a algunos vernos crecer. Debería de darles más enojo lo chiquito de sus medios, de sus intereses y sueños.
Sigo pensando lo mismo cada día: atreverse y no mirar atrás.
Dos meses y lo que falta, señores.
Lo que se viene.
Se va a poner bueno, lo prometo.