El poder se hizo para poder.
Después de la mega paliza electoral de junio pasado, Doble A puede mover las piezas a su antojo.
Como nunca antes, el gobernador tendrá la oportunidad de caminar y operar sus proyectos sin trabas. La oposición en Puebla está herida de muerte: existe, pero no funciona. Ya se pelearon y están más divididos que nunca por la derrota.
En el Congreso tiene una mayoría aplastante y es justo aquí, en el recinto legislativo, donde empieza el ajedrez de Alejandro Armenta.
Con los diputados necesarios para que sus reformas avancen, AA puede utilizar a sus fichas para la administración estatal. Además, todos los suplentes forman parte del grupo de confianza.
Entre los legisladores electos, hay cuadros con mucha experiencia y preparación que pueden ser tomados en cuenta para lo que viene, más allá del Congreso.
De igual forma, en las Comisiones creadas por el nuevo gobierno para la transición, hay perfiles que durante años han destacado en la vida pública del Estado de los que Armenta puede echar mano.
En los próximos nombramientos habrá sorpresas y sorprendidos.
Pagaría por ver sus caras.