Este lunes 23 de octubre, CAPITAL cumple un año.
Desde la primera vez que me senté con un funcionario público de la ciudad por alguna nota o columna que incomodaba, la respuesta fue la misma: quiero que tomen en serio el medio.
La pregunta es idéntica al inicio: ¿qué quieres?
Siempre es un privilegio compartir espacio con auténticos periodistas y guerreros de la información como Abel Cuapa y Jaime López, nuestros reporteros de base que no se rajan nunca.
Y nunca es nunca.
Los números no mienten: CAPITAL ya es una realidad.
Las miles de reproducciones en TikTok y Twitter —en algunos videos— lo confirman. Los miles de impactos en algunas columnas, tuits y publicaciones también.
¡Hasta el famoso Peso Pluma nos ha compartido!
Desde la hoja del hospital Dr. Rafael Moreno Valle que confirmaba que el exgobernador Barbosa estaba grave, hasta los precios inflados en las canchas de pádel que instala el Ayuntamiento. Aquí se publica lo que creemos que amerita ser publicado. Sin pretextos. Sin miedo.
Y lo mejor: sin dueño.
Lo escribí en la primera columna y lo escribo a unos días de haber salido del hospital, después de pasar las peores noches de mi vida: no soy periodista ni quiero serlo. Anótenlo.
Sigo pensando lo mismo cada día: atreverse y no mirar atrás.
Siempre agradecido con el equipo que hace posible este periódico digital: Abel, Jaime, Edgar Mejía, Yadira Martínez, Jona, Víctor Pagola, David Leonor y Alfredo.
Gracias a mi hermosa esposa, Cynthia, y a mis dos motores, Gus y Matt. Desde este espacio les pido perdón por el tiempo destinado a este proyecto, y que era suyo.
Gracias, querido hermano, por creer, confiar y soñar conmigo desde la primera vez que te platiqué el proyecto. Tú sabes quién eres.
Pero sobre todas las cosas, gracias a Dios que me presta cada día.
Hay CAPITAL para rato, señores.
Se va a poner bueno.