“Tu cabeza vale 15 mil pesos”, repitió en dos ocasiones un sujeto al candidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla, Mario Riestra Piña, en un mitin.
Mario tiene dos hermosas hijas y una familia envidiable.
No hay dinero que alcance para cubrir su ausencia para sus tres mujeres. Ningún puesto en ningún gobierno o empresa vale una vida.
Y es que la amenaza es un tema gravísimo, más cuando se han registrado en el país 157 agresiones a aspirantes y personas relacionadas con las elecciones, según el último reporte de Laboratorio Electoral.
¡Van 51 asesinatos! Incluyendo 9 secuestros, 22 atentados y 75 amenazas en el corte del 2 de abril.
México ya enfrenta el proceso electoral más violento de su historia.
En Puebla, ya asesinaron a Javier Torres Barrera en julio del año pasado, y a Jaime González Pérez en marzo.
La advertencia a Riestra no es un incidente aislado; el hecho amenaza la esencia de nuestra democracia y pretende sembrar el miedo y la incertidumbre entre el equipo del panista y la población.
¿Quién está dictando quién puede ser y quién no candidato?
El “mensaje” para Mario Riestra es un atentado contra la libertad y el derecho ciudadano a decidir.
No normalicemos hablar de violencia antes y durante las elecciones. No podemos resignarnos a que ésta sea parte del proceso.
Ojalá y que, como canta el gran Joaquín Sabina, los que matan se mueran de miedo.