En el estado de Puebla no solo existe el huachicoleo de hidrocarburos, sino también del agua.
María Eugenia Ochoa García, coordinadora del componente de Sistemas Municipales del proyecto TOCOYANI de la Universidad Iberoamericana de Puebla, alertó que existen una gran cantidad de pozos que no están registrados ante la Comisión Nacional del Agua.
Denunció que pobladores o empresas no hacen todo el proceso de solicitar permiso para excavar un pozo.
Recordó que, en la entidad, se descubrió tal panorama y se puso “la punta del iceberg, cuando se generó el socavón en Zacatepec, en el municipio de Juan C Bonilla.
Además, con la empresa Bonafont que claramente quedó expuesta por la sustracción indiscriminada e ilegal de agua en la zona.
“La empresa tenía y manejaba más pozos de los que había solicitado permiso, eso te pone un dedo en la llaga muy fuerte”, alertó.
Cuestionó de dónde se están sacando las pipas de agua que se venden por todo el estado, y ¿quién las regula?
Por su parte, Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente, Xabier Gorostiaga SJ, de la Ibero Puebla, destacó que la crisis hídrica está en el marco de una crisis territorial, es decir, el problema del agua es un síntoma de una crisis mayor sobre el territorio que tiene que ver con todas estas transformaciones que el Altiplano ha sufrido por el cambio de uso de suelo.
“Ha habido un proceso de urbanización brutal y esto presiona agua, suelo, y también hay proceso de pérdida de cobertura forestal; y esto impacta en todo el ciclo hidrológico. Esto que vemos de contaminación, disminución del acuífero, es resultado de una relación particular que hemos tenido como sociedad con el ecosistema”, manifestó la especialista.