Luego que la Auditoria Superior del Estado (ASE) detectó un presunto daño patrimonial en la cuenta pública de 2022 del panista, Eduardo Rivera Pérez, el regidor Leobardo Rodríguez Juárez, dijo que las observaciones son puntuales y las anomalías son muy complicadas de solventar.
“Es muy grave este tipo de señalamientos”, afirmó en entrevista.
Sentenció que Eduardo Rivera sí fue responsable de ejercer esos recursos, vigilar a sus funcionarios, por lo que tiene que rendir cuentas.
“Es 2022, falta 2023, donde también dejaron un basurero”, manifestó.
Recordó que, desde sesiones de Cabildo, documentó el sobrecosto de la plataforma denominada Chatbot “Ángela”, que costó más de 14 millones de pesos.
“Aquí son puntuales las observaciones, fechas que no coinciden con la ejecución de los contratos, documentación que no se encuentran dentro de los expedientes”, manifestó.
Dijo que las anomalías que detecta la ASF en contratos del Ayuntamiento son muy complicadas de solventar, y la única forma es “inventándola, me la encontré aquí escondida y ahora la voy a incorporar”.
Dijo que, además, falta ver lo que determine la Contraloría municipal o la Auditoria Superior del Estado, “porque tienen que auditarse de manera concreta”.
Dijo que ahora los recursos tienen seguimiento del alcalde actual, Adán Domínguez, por lo que se tiene que rendir cuentas de lo que se está señalando.
“Es 2022, falta 2023, que también dejaron hecho un tiradero, vamos a estar muy alertas y pendientes”, manifestó Rodríguez Juárez.